Viena (dpa) – En un bar de cachimbas en primer lugar se fuma o se echa humo, como dicen quienes manejan estos locales. El olor dulzón de las pipas de agua representa el corazón de los locales y, en la mayoría de los casos, también la principal fuente de ingresos. Por lo tanto, para estos establecimientos gastronómicos es una hecatombe si se prohíbe fumar allí narguile, tal como ocurrirá a partir del 1 de noviembre en Austria.
«Aquí hay una industria que ha sido destrozada prácticamente de la noche a la mañana y sin hablar con nosotros», se lamenta Jakob Baran, quien maneja un bar de cachimbas en Viena y además es el presidente de la asociación de operadores del sector en Austria.
Hace apenas seis meses Baran decidió invertir y remodelar su local. Uno de sus conocidos acaba de abrir un nuevo bar y gastó 300.000 euros (unos 333.000 dólares) en este proyecto.
Hace unos seis meses nadie esperaba que el escándalo de corrupción conocido como «Ibizagate» iba a significar el colapso del Gobierno conservador de derecha en Austria, hecho que abrió las puertas al regreso de la prohibición de fumar en el país.
En 2015, el Gobierno conformado entonces por el Partido Socialdemócrata de Austria (SPÖ) y el Partido Popular Austríaco (ÖVP) ya había resuelto la prohibición de fumar para la gastronomía, que debía entrar en vigencia a partir de 2018.
Sin embargo, luego de las elecciones legislativas celebradas en octubre de 2017, el conservador ÖVP y el derechista Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) formaron el nuevo Gobierno y por presión de este último se dejó sin efecto la prohibición.
Pero el 17 de mayo de este año salió a la luz el «video Ibiza», difundido por la revista alemana «Spiegel» y el diario germano «Süddeutsche Zeitung», cuyo contenido puso patas para arriba el panorama político de la república alpina.
En las imágenes se ve al ex jefe del FPÖ Heinz-Christian Strache tratando de inducir a una presunta sobrina de un oligarca ruso a desembolsar donaciones partidarias posiblemente ilegales y a adquirir el influyente periódico «Kronen-Zeitung».
Las consecuencias son ampliamente conocidas: el Gobierno en Viena colapsó y todos los ministros así como el entonces canciller Sebastian Kurz perdieron sus cargos. Ahora Austria es administrada por un Gobierno de expertos, mientras que en el Parlamento se tejen alianzas cambiantes según el tema que salga a debate.
No pasó mucho tiempo hasta que algunos se dieran cuenta de que, bajo estas circunstancias políticas, la prohibición de fumar podría volver a tener una oportunidad.
Como el conservador ÖVP finalmente dio su apoyo tras un periodo de reparos, a partir del 1 de noviembre fumar solamente estará permitido en espacios abiertos de los bares y restaurantes austríacos. La ley no prevé grandes excepciones, tampoco para las pipas de agua.
Esta medida puede resultar dramática para el sector, porque, según explica Baran, la venta de las pipas de agua preparadas representa algo más de la mitad del volumen de negocios de estos establecimientos. El precio por porción: 10 a 15 euros (unos 11 a 16 dólares).
Baran detalla que los bares deberían vender claramente más cerveza o té para compensar esta merma. «Sin cachimbas podríamos sobrevivir como máximo un par de semanas», señala Moe Dudzar, propietario de un bar.
«Ibiza también representa nuestro hundimiento», analiza Baran. Según la asociación de operadores de bares de cachimbas, existen casi 500 locales con unos 10.000 empleados que se ven amenazados por el cierre, y esto sin contar prácticamente con un plazo considerable de transición. De momento no se avizora una solución política y los afectados se sienten dejados de lado por los partidos.
No hay motivo para volver a adaptar la ley desde el punto de vista de la salud, comenta por su parte Paul Sevelda, presidente de la Ayuda contra el Cáncer en Austria. «Hay que recordar que, en principio, los narguiles no son inofensivos», apunta.
Tanto el perjuicio por partículas finas como por monóxido de carbono es elevado, agrega. Asimismo, para los jóvenes la pipa de agua representa una típica introducción al tabaquismo. «Los jóvenes que fuman en cachimba tienen tres veces más riesgos de convertirse también en fumadores de cigarrillos», advierte el médico.
La Ayuda contra el Cáncer, junto a la cámara de médicos de Viena, es uno de los principales patrocinadores de una petición de referéndum en la cual casi 882.000 austríacos se mostraron a favor de una prohibición de fumar. Para el Gobierno conservador de derecha del ex canciller Kurz esto no fue suficiente.
Aunque Sevelda entiende las preocupaciones de los operadores de bares, el bien más preciado para él es la salud de la población. «La explicación según la cual fumar en narguile es como chupar caramelos simplemente no es correcta», subraya.
Para los dueños de los bares, es claro que quien ingresa a un local de narguiles tiene que contar con verse rodeado de humo, algo de lo que también deberían tener conciencia los no fumadores.
En la batalla por su propia existencia, estos bares ahora evalúan presentar una demanda ante el tribunal de garantías constitucionales. «Estamos en conversaciones con nuestros abogados y además muy confiados. La demanda se hará», afirma Baran.
De esta manera, las peculiares idas y venidas en torno a la prohibición de fumar en los locales gastronómicos austríacos va rumbo a su próxima prórroga.
Por Fabian Nitschmann (dpa)