Berlín, 15 mar (dpa) – La canciller alemana, Angela Merkel, dejó ayer abierto si la cuarta legislatura que comenzó ayer con su investidura en el Parlamento alemán será la última.
La líder conservadora contestó que quiere concentrarse ahora en el inicio del nuevo periodo legislativo y empezar a trabajar, al ser preguntada sobre si este mandato será el último, en el programa «Farbe bekennen» de la televisión pública alemana ARD, cuyo contenido fue adelantado previamente a su emisión por la noche.
«Ya me conocen. Yo doy siempre la respuesta cuando es necesario», agregó la presidenta de la Unión Cristianodemócrata (CDU) al ser repreguntada al respecto.
A pesar de la ajustada mayoría absoluta que logró en la votación en el Bundestag, donde obtuvo 364 votos a favor, solo nueve votos por encima de la mayoría absoluta necesaria y que supone que 35 diputados de los partidos del nuevo Gobierno votaron en contra, se abstuvieron o no estuvieron presentes, Merkel se mostró contenta.
«Debo decir que estoy sencillamente feliz por la confianza», declaró sobre la votación que tuvo lugar casi seis meses después de las elecciones generales de Alemania tras una negociaciones de Gobierno que calificó como «complicadas».
Respecto a los problemas en el país que tiene que afrontar en su cuarto mandato consecutivo, Merkel reconoció que no se puede continuar como hasta ahora, sino que se deben buscar soluciones a los problemas de las personas. El nuevo Gobierno se toma esto «con gran seriedad».
Entre los principales temas se alza la presión migratoria en el país, que fue uno de los principales puntos de fricción entre los partidos durante las negociaciones de gobierno, debido a diferencias en cuestiones como la reagrupación familiar o poner un límite migratorio.
Finalmente los negociadores fijaron un tope a la entrada de peticionarios de asilo en entre 180.000 y 220.000 al año, para evitar una situación similar a la vivida en 2015, cuando Alemania recibió casi 900.000 refugiados.
«Se trata de aplicar la ley y el derecho en Alemania», declaró Merkel. Los ciudadanos esperan con razón que aquellas personas que no tienen derecho a residir en Alemania vuelvan a su país, indicó.
El nuevo Ejecutivo tendrá que lidiar en este tema y en muchos otros con el rechazo del líder de la oposición, el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), que irrumpió en el Bundestag en las pasadas elecciones como tercera fuerza política.
«La coalición tiene como objetivo solucionar los problemas que ha llevado a la gente a votar por este partido en señal de protesta», dijo. La pretensión es «empequeñecerlos y si es posible sacarlos de nuevo del Bundestag alemán», agregó.