Dortmund, 26 abr (dpa) – Futbolistas del Borussia Dortmund testificaron ayer en el juicio sobre el atentado con bomba que sufrió el equipo de la Bundesliga en abril del año pasado y que dejó secuelas a buena parte de la plantilla del club aurinegro.
«Es muy díficil para mí hablar sobre ello», declaró entre sollozos el defensor portugués Raphael Guerreiro, que incluso tuvo que limpiarse las lágrimas durante la testificación ante el tribunal. Guerreiro reconoció haber sentido miedo enorme y gran incerteza tras la explosión, y también que todo el equipo quedó en estado de schock.
El Tribunal Regional de Dortmund escuchó el miércoles los testimonios de las personas que iban dentro del autocar del club que fue objetivo del atentado cuando partía del hotel en dirección al estadio del Dortmund, donde se iba a disputar un partido de Liga de Campeones contra el Mónaco.
La explosión hirió al entonces defensor del Dortmund Marc Bartra, que hoy milita en el Betis español, y a un agente de policía alemán.
«Tuve miedo. Pensé que alguien disparaba contra nosotros», dijo el defensor griego Sokratis Papastathopoulos, otro de los futobolistas que testificó ayer. Sokratis, que reconoce que sigue pensando a menudo en el atentado, añadió: «Seguro que nunca lo olvidaré, pero he decidido que la vida sigue».
El joven mediocentro alemán Julian Weigl también reconoció haber sentido un «miedo increíble». «En un primer momento no me atreví a bajar del autocar», dijo el futbolista de 22 años, que asegura que ahora está bien pese a las secuelas generadas por el episodio.
«Obviamente, es algo que nunca olvidaré. Muchas de las cosas se han relativizado en mi vida, porque aquello podría haber acabado de otra manera», declaró el medio turco-alemán Nuri Sahin respecto al atentado.
El futbolista japonés Shinji Kagawa fue incluso más allá y aseguró haber sentido a menudo miedo en su casa y en su auto durante las semanas posteriores al ataque.
El acusado, que responde al nombre de Sergej W., ya reconoció ser el responsable del atentado con bomba. La fiscalía alemana lo acusa de intento de homicidio contra 28 personas.