El Ayuntamiento de Gijón ha informando que trabajará con la comunidad educativa para el diseño de entornos escolares seguros.
Según informan desde el Ayuntamiento en el año 2020 se colocaron bolardos de plástico en las entradas de los centros educativos como medida para garantizar la distancia de seguridad por el COVID, que ahora, con el fin de la pandemia decretado por la OMS, serán retirados.
“Esta delimitación del espacio no era una medida de seguridad vial, explica el concejal de Tráfico, Movilidad y Transporte Público, Pelayo Barcia, quien señala además que al estar situada a la misma altura que la calzada por la que transitan los vehículos conlleva un riesgo para los peatones mayor que con la configuración anterior, en la que algunos centros tenían una valla en la acera que actuaba como barrera física y que será repuesta”. “No podemos mezclar medidas sanitarias con medidas en favor de la seguridad vial, es dar la razón a los negacionistas, que veían la pandemia como un invento para imponer restricciones permanentes”, agregó Barcia.
Asimismo, el Ayuntamiento de Gijón está trabajando en el diseño y la ejecución de otros proyectos para garantizar entornos escolares seguros. Uno de los ejemplos más recientes es el de la creación de una zona central de barrio junto a la Escuelona, que unirá el acceso al centro educativo con la ampliación del parque de La Serena y las calles Saavedra y Adolfo Vega y que permitirá generar un espacio más seguro y dinámico para los escolares durante su acceso y salida del colegio, así como dotar al barrio de una zona verde de mayor calidad.
A estas iniciativas se sumarán otras que el Consistorio espera consensuar con la comunidad educativa y que son más sencillas de aplicar como, por ejemplo, la apertura de los patios unos minutos antes para dotar a las familias y a los escolares de un espacio más amplio y seguro.