Buenos Aires, 11 abr (dpa) – La intervención al Partido Justicialista (PJ, peronista) decidida por una jueza argentina representó un duro golpe para la principal agrupación opositora al Gobierno del presidente, Mauricio Macri, que busca reconstruirse con miras a las elecciones presidenciales de 2019.
En un discutido dictamen, la jueza federal María Servini de Cubría, que tiene competencias electorales, intervino el partido fundado hace más de 70 años por su líder, Juan Domingo Perón, argumentando que se encuentra en una situación de «crisis» e «inacción inexplicable».
Servini de Cubría aceptó un pedido de intervención presentado por tres dirigentes enfrentados a la actual conducción partidaria, liderada desde 2016 por el diputado nacional José Luis Gioja.
En lugar del actual presidente del partido, la magistrada designó al sindicalista Luis Barrionuevo, que en 2015 promovió la candidatura presidencial de Macri.
Barrionuevo recibió en las últimas décadas más críticas que elogios. En 1990, durante un programa televisivo, propuso a los dirigentes políticos argentinos «dejar de robar durante dos años» para promover el crecimiento del país. En 2003, después de que la Justicia lo inhabilitara para competir en los comicios para gobernador en la provincia de Catamarca, situada en el noroeste argentino, militantes de su agrupación incendiaron urnas, lo que provocó la suspensión de las elecciones.
La jueza «me eligió porque soy un verdadero peronista. La sangre que me fluye es completamente peronista», explicó hoy Barrionuevo al diario «Clarín».
Barrionuevo, de 76 años, intentó este martes sin éxito asumir la conducción partidaria. Cuando fue a la sede del justicialismo, en el barrio de Balvanera, en Buenos Aires, se encontró con que Gioja se negaba a dejar su oficina.
Por la noche, decenas de policías rodearon el edificio y, en medio de forcejeos, Gioja abandonó su puesto. Al salir, acusó al Gobierno de Macri de estar detrás del fallo judicial.
Esta mañana, los representantes legales del PJ apelaron el dictamen de la jueza. «Es un fallo político», dijo la abogada Patricia García Blanco a la prensa.
La decisión tomada por Servini de Cubría fue cuestionada hoy por varios dirigentes del peronismo. «No se pueden saldar las disputas políticas entrometiendo al Poder Judicial», opinó el diputado nacional Máximo Kirchner, hijo de los ex presidentes Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015).
«En la conducción del partido se encuentran representados la enorme mayoría de los sectores políticos», sostuvo el también diputado nacional Daniel Scioli, que fue candidato a presidente del kirchnerismo en las elecciones de 2015, cuando triunfó Macri.
El dictamen judicial también fue criticado por el fiscal con competencias electorales Jorge Di Lello. «Creer que intervenir el PJ soluciona los problemas del peronismo es cómo creer que decretar la nulidad de la muerte de una persona la resucita», dijo al diario «La Nación».
El peronismo se encuentra dividido al menos desde 2003, cuando presentó tres candidatos a presidente: el ex presidente Carlos Menem (1989-1999), Néstor Kirchner y el entonces gobernador de San Luis Adolfo Rodríguez Saá.
Esta situación, que continuó en el tiempo, fue advertida por Servini de Cubría cuando en su fallo aseguró que el PJ vive una «suerte de vaciamiento partidario, provocado por quienes dicen ser peronistas al solo efecto de obtener una ventaja electoral» pero «emigran a otras agrupaciones políticas para apoyar candidaturas que no son sostenidas» por el partido.
En los últimos comicios nacionales de medio término el PJ fue dividido detrás de las candidaturas legislativas de varios postulantes, uno de ellos la de Fernández de Kirchner, que rompió con el partido y fundó su agrupación opositora Unidad Ciudadana, con la que logró un asiento en el Senado.
La intervención judicial fue decidida en momentos en que varios dirigentes llevan a cabo semanalmente reuniones en procura de recuperar la unidad del peronismo, al que, según cifras de 2015 están afiliadas 3.560.158 de argentinos.
Por el momento la discusión está centrada, y sin acuerdo, acerca de qué rol tendrá Fernández de Kirchner en esa reconstrucción.
Según diferentes consultores políticos, la ex mandataria no obtendría a nivel nacional la adhesión suficiente para buscar una nueva presidencia en 2019. «Una de las cosas que deben entender todos los peronistas es que con Cristina no alcanza pero sin Cristina no se puede», expresó tiempo atrás Alberto Fernández, que fue entre 2003 y 2008 jefe de Gabinete de Néstor Kirchner y de la ex jefa de Estado y que impulsa la unidad partidaria.
Aun cuando enfrenta varias causas judiciales, algunas por las cuales será enjuiciada, Kirchner es todavía la principal figura de la oposición a Macri, pero legalmente no representa al PJ.
Restan 16 meses para las elecciones primarias presidenciales que definirán las candidaturas.
«Voy a abrir los brazos bien grandes. Lo que me interesa es rearmar el peronismo para pelear en 2019», prometió Barrionuevo.
Por Gabriel Tuñez (dpa)