La batería de un móvil Android puede durar más si se ajustan algunas funciones internas. Con cambios sencillos en brillo, conexiones y aplicaciones en segundo plano es posible extender su autonomía diaria.

Ajustar las funciones que consumen más energía

Los dispositivos Android permiten modificar varios parámetros que influyen directamente en el consumo de batería. Uno de los ajustes más eficaces es reducir el brillo de la pantalla o activar el modo automático, que adapta la intensidad según la luz ambiental. La pantalla suele ser el elemento que más energía consume, por lo que mantener un nivel moderado ayuda a prolongar la autonomía.

Otra medida útil es desactivar conexiones cuando no se usan. El WiFi, el Bluetooth y la ubicación pueden permanecer encendidos incluso si no se necesitan, realizando búsquedas constantes que aumentan el consumo. Gestionar estas funciones desde la barra de ajustes rápidos permite activar solo lo necesario. El modo avión puede ser una opción puntual en zonas con poca cobertura, ya que el móvil realiza esfuerzos para mantener la señal y gasta más energía.

Las notificaciones también influyen en la duración de la batería. Algunas aplicaciones envían avisos de forma continua, lo que implica actividad en segundo plano. Revisar los permisos y desactivar notificaciones de aplicaciones poco útiles ayuda a limitar ese gasto.

Optimizar las aplicaciones que quedan abiertas

Muchos usuarios cierran una aplicación y piensan que ya no consume recursos, pero algunas continúan activas en segundo plano. En los ajustes de batería suele aparecer un listado con el uso por aplicación. Si una consume demasiado, conviene revisar sus permisos o limitar su actividad. Algunas permiten restringir su funcionamiento cuando no están en uso, una opción útil para redes sociales o servicios que no necesitan actualizarse constantemente.

El modo de ahorro de energía, disponible en la mayoría de los móviles Android, ajusta automáticamente varios parámetros para reducir el consumo. No es necesario tenerlo activo todo el día; basta con activarlo cuando la batería baja de cierto nivel o cuando se prevé un periodo prolongado sin cargador.

Pequeñas rutinas que mejoran la autonomía

Cargar el móvil hasta el 100% no es obligatorio. De hecho, mantener niveles entre el 20% y el 80% favorece la vida útil de la batería a largo plazo. Evitar exponer el dispositivo a temperaturas muy altas también ayuda a preservar su capacidad.

Las actualizaciones del sistema suelen incluir mejoras en consumo y rendimiento, por lo que mantener el sistema operativo al día es recomendable. Algunas capas de Android permiten automatizar tareas, como desactivar el WiFi por la noche o reducir el brillo a ciertas horas, lo que aporta un ahorro constante sin necesidad de intervenir.

Con estos ajustes básicos, un móvil Android puede ofrecer más horas de autonomía sin instalar aplicaciones externas ni modificar la forma habitual de uso.