Madrid, 3 mar (dpa) – Si hay un protagonista en la víspera del Barcelona-Atlético de Madrid, ése es francés, tiene 26 años y cara de niño bueno. Se llama Antoine Griezmann y amenaza con dinamitar la Liga española de fútbol en una temporada que está siendo para él una montaña rusa de emociones.
El delantero del Atlético de Madrid renovó en junio hasta 2022 tras flirtear con varios clubes, sufrió un duro golpe con la eliminación en la fase de grupos de la Liga de Campeones, fue protagonista de una denuncia que interpuso su club contra el Barcelona, recibió abucheos de su propia grada y él respondió mandándola callar.
Y cuando el cóctel parecía a punto de explotar, los goles trajeron la calma. Aunque quizás sólo sea una tranquilidad momentánea, porque muchos ven a Griezmann saliendo del Atlético a final de temporada. El Barcelona ya demostró interés en los últimos meses, lo que le valió la denuncia del Atlético ante la FIFA. El diario «Sport» ilustró su portada del miércoles con una foto de Griezmann vestido de azulgrana.
Con todos esos ingredientes llega el partido de mañana en el Camp Nou, donde el Atlético busca reducir la diferencia con el Barcelona a dos puntos en lo más alto de la clasificación. Si los rojiblancos están tan cerca, es gracias al regreso de Griezmann.
El internacional galo llega en su mejor momento de la temporada, habiéndose quitado los grilletes con un inicio de 2018 espectacular. Trece goles y cinco asistencias desde el 1 de enero: ésas son las credenciales con las que se presenta al gran duelo del domingo, arropado por un Diego Costa que multiplica la magia del francés.
«Griezmann está en un gran momento», admitió hoy su entrenador, Diego Simeone, que en las últimas semanas arropó como nunca a su delantero. “Es extraordinario y cuando está en su nivel, como ahora, es de los mejores. Su presente lo posiciona en un lugar ideal, todo dependerá de lo que él quiera».
Si lo que quiere Griezmann es fichar por el Barcelona, mañana tendrá una oportunidad de oro para reivindicarse y mostrar su calidad. En el Camp Nou ha jugado de momento 11 partidos: cinco con la Real Sociedad y seis con el Atlético. El balance, sin embargo, es paupérrimo: cero goles, nueve derrotas y dos empates.
«Preferiría que se guardara los goles para otro momento», comentó hoy el entrenador del Barcelona, Ernesto Valverde, que evitó alimentar los rumores. «Sobre el futuro no sé. Es un gran jugador, está en un gran momento de forma y pertenece al Atlético. Mañana es una de sus fortalezas, esperamos que no marque, tenemos que estar atentos».
Contener a Griezmann es el gran objetivo defensivo del Barcelona. Y el francés llega desatado: si apenas había marcado ocho goles en los primeros 24 partidos de la Liga, hizo siete en los dos últimos encuentros. Fueron tres al Sevilla el domingo y cuatro al Leganés el miércoles.
Tras su «póker», Griezmann agarró el micrófono en la sala de prensa del Atlético y mandó un mensaje de reconciliación a la afición rojiblanca.
«Me he podido equivocar en lo que he podido hacer, en mandar callar a la afición, pero en el campo nunca me he equivocado. Estoy muy contento y vamos a seguir así», aseguró el futbolista.
Por Ignacio Encabo (dpa)