Berlín, 27 abr (dpa) – La ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, defendió hoy en su intervención en el Parlamento alemán (Bundestag) la decisión del Gobierno de facilitar el envío de armamento pesado a Ucrania.
Cuestionada sobre si la medida puede desencadenar una guerra nuclear, tal y como había advertido días atrás el canciller Olaf Scholz, Baerbock argumentó que el desarrollo del conflicto depende enteramente del presidente ruso, Vladímir Putin.
«Por eso no podemos descartar nada por completo», declaró. Pese a ello, consideró correcto el envío de armamento pesado, ya que según ella lo contrario habría sido como decirle a Ucrania que deben luchar solos. «Y eso no podemos hacerlo. Nos solidarizamos con Ucrania», agregó.
Según su opinión, el Gobierno alemán tiene «la responsabilidad de dejar siempre claros los riesgos y por el otro lado no sembrar el pánico».
La ministra de Defensa, Christine Lambrecht, anunció el martes que el Gobierno facilitaría la entrega a Ucrania de tanques antiaéreos Gepard y posibilitaría el entrenamiento de soldados ucranianos en suelo alemán.
Anteriormente, el canciller Olaf Scholz había defendido en una entrevista a «Spiegel» lo prudente de su estrategia sobre la entrega de armas pesadas a Ucrania, que hasta entonces había negado, al ser su máxima prioridad evitar que la guerra se extienda a la OTAN.
«No debe haber guerra nuclear», dijo.
Al ser preguntada en el Bundestag sobre si Scholz había sembrado el pánico con estas declaraciones, la ministra fue clara: «No». Argumentó que el objetivo de la guerra híbrida de Putin es «hacer que otros países se sientan inseguros, dividirlos». En consecuencia, sostuvo, «es importante y correcto seguir sopesando (las decisiones)».
Baerbock explicó que el envío de armas pesadas no puede considerarse como un acto de guerra, ya que respalda el derecho de autodefensa de Ucrania, consagrado en la Carta de las Naciones Unidas.
Sin embargo, concedió: «Dado que el señor Putin ha dejado claro que ya no está tan interesado en esta Carta de las Naciones Unidas, probablemente no se adherirá a todas las normas del derecho internacional».