Wiesbaden/Berlín, 27 oct (dpa) – Con una retórica ingeniosa y un verbo afilado, el cabeza de cartel de Los Verdes en el «Land» de Hesse, Tarek Al-Wazir, concurre como el candidato estrella a las elecciones regionales que se celebran este domingo y amenaza con convertirse en una pesadilla para la canciller Angela Merkel.
Considerado uno de los mejores oradores del Parlamento con sede en Wiesbaden, Al-Wazir no solo recaba los aplausos de sus compañeros de filas, sino que además tiene de su lado a unas encuestas que lo encumbran como el político más popular de este estado occidental de poco más de seis millones de habitantes.
Temido y respetado por sus rivales, el potencial de este hijo de un ex diplomático yemenita y de una profesora alemana genera gran nerviosismo en Berlín, dado que podría hacer perder la presidencia de Hesse al hombre de confianza de Angela Merkel, el conservador Volker Bouffier que durante los últimos cinco años dirigió un Gobierno de coalición precisamente con Los Verdes como socios menores.
Y una caída de Bouffier podría desembocar a corto plazo un efecto dominó cuyas repercusiones tendrían incluso capacidad para hacer temblar el Gobierno de coalición de la canciller Merkel en Berlín.
El carisma arrollador de este político de 47 años que en los últimos cinco años se ha desempeñado como ministro regional de Economía y Transporte del Ejecutivo de Hesse ha conseguido impulsar al partido ecopacifista en los sondeos hasta el 20 por ciento de intención de voto desde el 11,1 por ciento logrado en las pasadas elecciones.
Politólogo de formación, Al-Wazir se mudó con 14 años desde su Alemania natal a Yemen, el país de donde provenía su padre. En la capital Saná estudió durante dos años en una escuela internacional y durante ese tiempo también conoció a la que se convertiría en su mujer y madre de sus dos hijos.
En el ámbito político destacó por su precocidad. Con tan solo 29 años se convirtió en presidente de la fracción parlamentaria de Los Verdes en la Cámara regional de Hesse. Muchos llegaron a pensar que pronto daría el salto a la política nacional, sin embargo Al-Wazir jamás ha mostrado públicamente sus anhelos de continuar su carrera en Berlín.
Pese a las notables diferencias que mantiene con el hombre fuerte de Merkel en Hesse, Al-Wazir se reivindicó como un socio menor confiable en la alianza de Gobierno de conservadores y verdes que ha dirigido el próspero Land en los últimos cinco años.
Por María Prieto y Bernd Glebe (dpa)