Ovidio Zapico expresa su rechazo a la implantación de universidades privadas en Asturias y defiende la fortaleza del modelo público de educación superior.

Debate abierto sobre el futuro del modelo universitario asturiano
El consejero de Ordenación de Territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos del Principado, Ovidio Zapico, ha expresado su frontal oposición a la implantación de universidades privadas en Asturias.
Durante la reunión del Consejo de Gobierno, el responsable autonómico calificó la aprobación de los decretos que autorizan la adscripción de los dos primeros centros privados como una “pésima noticia para lo público”.
Una visión crítica sobre la estrategia universitaria
Zapico considera que la decisión evidencia una falta de estrategia para la universidad pública asturiana, que —según señaló— podría ver devaluada su calidad ante la lógica del mercado.
A su juicio, la medida refleja un cambio de orientación en el modelo educativo que debería “reforzar lo común, no fragmentarlo”.
El consejero apuntó que el de hoy ha sido un “gran día para los lobbies”, al entender que ciertos intereses privados están condicionando el espacio que debería proteger la Administración pública.
Un marco nacional en transformación
El debate llega en un contexto en el que el Gobierno central ha impulsado un nuevo real decreto que busca limitar la proliferación de universidades privadas y establecer criterios de calidad más exigentes.
Desde Izquierda Unida–Convocatoria por Asturies, formación a la que pertenece Zapico, se considera “incomprensible” que el Ejecutivo autonómico haya culminado los trámites para autorizar estos centros antes de la entrada en vigor del decreto estatal.
“¿Cómo es posible que no haya una defensa férrea desde Asturias de esta norma?”, cuestionó el consejero.
Defensa del sistema público como garante de igualdad
Zapico reiteró su compromiso personal y político con la universidad pública, a la que definió como garante de la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación superior. En su opinión, el reto no pasa por ampliar la oferta privada, sino por fortalecer el sistema público y garantizar su capacidad de investigación, docencia y desarrollo social.
El debate sobre el modelo universitario, más allá del caso concreto, reabre una cuestión de fondo: cómo equilibrar autonomía, calidad y equidad en el ecosistema educativo de Asturias.