Los Angeles, 2 mar (dpa) – El cineasta y guionista Sebastián Lelio es uno de los «culpables» de que el séptimo arte chileno esté pisando fuerte en los grandes festivales internacionales de cine, donde en los últimos años no deja de dar que hablar.
Ya desde su primera película, el drama «La sagrada familia» (2005), dejó claro su interés por abordar desde una mirada nueva los prejuicios y la hipocresía social. Y como en «Una mujer fantástica», con la que aspira al Oscar de Habla no Inglesa, las mujeres de su filmografía casi siempre llevan la voz cantante.
Lelio llegó de niño a Villa del Mar desde Mendoza, en la Argentina de su padre, donde nació hace 43 años. Tras estudiar un año de periodismo decidió dedicarse de lleno al cine, y no tardó en hacerlo por la puerta grande: cuatro años después de su ópera prima Cannes se fijaba en él para estrenar su particular aproximación a la «Navidad» (2009) en la Quincena de los Realizadores.
En 2011 compitió por el Leopardo de Oro de Locarno con «El año del tigre», ambientada en el terremoto que Chile sufrió en 2010, y su consagración llegó dos años más tarde en la Berlinale con «Gloria». Su protagonista, Paulina García, se llevó el Oso de Plata a la Mejor Actriz por dar vida a una mujer que se niega con todas sus fuerzas a ser ninguneada.
Desde entonces Lelio reside en la capital alemana, donde se gestó «Una mujer fantástica», que sin embargo está rodada en Chile. En ella vuelve a ahondar en el universo femenino ayudado esta vez por la actriz y cantante lírica Daniela Vega, que el próximo 4 de marzo hará historia al convertirse en la primera transexual en subir al escenario del Dolby Theatre a presentar un Oscar.
En el filme, Vega encarna a una joven trans que vive una feliz relación de pareja con un hombre mucho mayor que ella. La repentina muerte de éste trunca todos sus planes, y esta mujer deberá una vez más nadar contracorriente para reivindicar su derecho al duelo ante las prejuiciosas miradas de los familiares del difunto.
Según contó Lelio a dpa en el pasado Festival de San Sebastián, «la estética siempre es ética» y el tema transexual tenía «suficientes peligros», «potencial de resonar» y desafíos estéticos como para «empujarse a territorios desconocidos». El reto, además de una nominación a los Globos de Oro, le valió el Oso de Plata al Mejor Guión de la Berlinale y el Goya a la Mejor Película Iberoamericana.
Dentro de unos días, «Una mujer fantástica» podría culminar en Los Angeles su exitoso recorrido y llevarse a Chile el Oscar como Mejor Película de Habla no Inglesa después de que en 2013 lo acariciara su compatriota Pablo Larraín por «No». Mientras tanto, tiene entre manos el remake hollywoodense de «Gloria», protagonizado por Julianne Moore y que él mismo dirige.
Por Elena Box (dpa)