El uso de sustancias tóxicas o consideradas drogas en el sector médico es cada vez más común. No sólo el cannabis se investiga actualmente como posible alternativa a otros medicamentos convencionales, sino también aquellos compuestos de drogas aparentemente más duras y dañinas, cuyo consumo y tenencia es del todo ilegal en la mayoría de países.
Una de estas sustancias sobre las que se investiga en estos momentos es la llamada psilocibina, presentes en las setas y trufas que se pueden adquirir en los growshop online. Aunque su descubrimiento tuvo lugar hace ya casi un siglo y durante los años 60 del siglo pasado se realizaron algunos estudios de interés, es ahora cuando más información podemos encontrar sobre ella y más investigaciones se desarrollan para conocerla en profundidad. Por esa razón dedicaremos este artículo a descubrir este compuesto psicoactivo y también las expectativas que la medicina científica pone en ella.
¿Qué es la psilocibina?
La psilocibina es un alcaloide triptamínico que, al ingerirse a través de algún alimento, se metaboliza en el cuerpo en psilocina, el compuesto psicoactivo que está presente en los hongos alucinógenos. Actualmente se piensa que existen más de 200 variedades de setas con psilocibina en todo el mundo, por lo que sería una sustancia común a esta especie. El efecto que provoca en el organismo es la causa de que muchos consumidores la usen con fines recreativos, habiéndose convertido en un producto que para muchos códigos legales tiene la consideración de droga. Aun así, su presencia en la medicina amerindia histórica ha sido evidente, propiciando que aún hoy ciertas ramas de las medicinas naturalistas apuesten por estas trufas mágicas de las que todos alguna vez hemos oído hablar.
La psilocibina, después de todo, es un psicodélico como los que encontramos en otros alimentos o en medicamentos modernos. Esto unido a los resultados de las investigaciones pasadas y de algunos científicos de ahora ha motivado que se haya planteado su uso terapéutico como alternativa más eficaz y menos dañina frente a otros fármacos.
Usos terapéuticos de la psilocibina
El efecto psicoactivo de la psilocibina provoca alucinaciones y visiones que ofrecen una sensación y una experiencia totalmente desacostumbradas a la realidad consciente. Alucinaciones, risas descontroladas, instrospección o alteración de los sentidos abarcan, entre otras, el largo catálogo de efectos que produce este alcaloide. Es, al fin y al cabo, el gran atractivo de las setas de la risa, que de tanto éxito gozan también en nuestros días.
Precisamente las experiencias y sensaciones que desencadena en el cuerpo esta sustancia es la que parece ser provechosa para el tratamiento de enfermedades mentales como la depresión, los trastornos de ansiedad o las adicciones. La capacidad de conexión y profundización que el individuo experimenta al ingerir este compuesto lo hace más susceptible al descubrir con más facilidad los verdaderos desencadenantes de ese estado mental.
Desde luego, esta reacción no convierte a la psilocibina en una panacea contra este tipo de afecciones psicológicas, pero sí parece ser un potente complemento para las terapias y un reductor poderoso de los síntomas, especialmente, de la depresión.
Investigaciones actuales sobre el potencial de la psilocibina
El potencial que se presume sobre la psilocibina por parte de la comunidad médica ha atraído hacia la investigación inversiones millonarias de sectores privados, que creen en las expectativas generadas por la medicina científica. En especial, el grupo Johns Hopkins Medicine, de Estados Unidos, ha centrado sus esfuerzos en desarrollar las capacidades antidepresivas de la psilocibina, habiendo obtenido resultado esperanzadores en sus ensayos.
El proyecto más conocido de este grupo se llevó a cabo hace apenas dos años, en el que un grupo de pacientes de depresión con crisis pasadas en su historial se sometieron a un ensayo clínico del que la psilocibina fue la protagonista. En primer lugar, hicieron una medición del grado de depresión de cada uno de ellos, en el que 24 marcaba el máximo de la depresión severa y 7 la ausencia de depresión. El 100 % superó los 20 puntos y muchos de ellos alcanzaban los 24. Durante un periodo de aproximadamente 40 días, un grupo de pacientes tuvo atención psicológica, un segundo grupo tomó un tratamiento a base de psilocibina y el último combinó el tratamiento con la asistencia psicológica.
Al final del ensayo, los miembros del primer grupo habían reducido su depresión en un 15 %, los del segundo en un 30 % y los del último entre un 50 y 70 %; es decir, algunos de los pacientes que combinaron la psilocibina con la terapia mostraron una remisión más que satisfactoria de la depresión, incluso cuando en la primera medición su puntuación era hasta de 24.
La psilocibina respecto a los antidepresivos actuales
Resultados parecidos a los del ensayo que hemos resumido se han obtenido en otras investigaciones, motivando incluso que en algunos lugares como Colorado, Oregón o Berta ya se puedan adquirir grajeas de psilocibina en las farmacias. Y es que, si los ensayos siguen siendo positivos, se considera que esta sustancia natural podría ser más eficaz que los mejores antidepresivos del momento hasta en un 50 %.