El acceso a una vivienda digna sigue siendo una de las mayores preocupaciones de la sociedad española. Este problema no es nuevo, sino que responde a una crisis estructural y prolongada, que necesita una respuesta efectiva y coordinada entre el sector público y el privado. En los últimos años, el mercado inmobiliario ha experimentado dificultades que han encarecido los precios y reducido el acceso a una vivienda asequible. Leopoldo Arnaiz Eguren, presidente de Arnaiz, empresa especializada en urbanismo y planificación, analiza las causas que han agravado la situación y plantea soluciones concretas para reactivar la construcción de viviendas.
España tiene un problema con la vivienda. ¿Cuáles considera que son los principales factores que lo agravan?
El desequilibrio entre oferta y demanda es la raíz del problema. Actualmente, la necesidad de vivienda asequible y en general supera con creces la oferta disponible. Esto se debe, en gran medida, a la escasez de suelo urbanizable, lo que impide ampliar el parque de viviendas y frena el crecimiento del sector. A esto se suma el encarecimiento de los costes de construcción, provocado por la falta de mano de obra especializada y el incremento en los precios de materiales, lo que hace que los proyectos sean más costosos y menos rentables para los promotores.
Otro factor clave es la reducida capacidad de compra de gran parte de la población. Muchas personas no pueden acceder a una vivienda debido a las dificultades de la financiación hipotecaria, que limita el acceso al crédito y endurece las condiciones de pago. Esta situación ha generado una creciente brecha entre quienes pueden permitirse una casa y quienes quedan excluidos del mercado inmobiliario.
En este escenario, el alquiler se presenta como la gran alternativa. ¿Cree Leopoldo Arnaiz que esta solución es la adecuada?
El mercado del alquiler podría ser una solución viable, pero en España no ha logrado consolidarse como una opción estructural debido a la cultura de propiedad profundamente arraigada. A diferencia de otros países europeos donde el alquiler es una alternativa habitual, en España la mayoría de las personas aspiran a ser propietarios, lo que genera una presión constante sobre el mercado de compra-venta.
Además, los propietarios de viviendas en alquiler siguen enfrentando dificultades debido a la falta de protección legal en caso de impago y a la rigidez de la normativa vigente. En muchos casos, los procesos para recuperar una vivienda pueden prolongarse durante meses, lo que genera inseguridad jurídica y desincentiva la oferta de alquiler. Para mejorar esta situación, es necesario establecer un marco regulador que garantice mayor seguridad tanto para arrendadores como para inquilinos.
¿La normativa actual dificulta la capacidad de generar vivienda asequible?
La regulación urbanística en España es demasiado compleja y ralentiza la puesta en marcha de nuevos desarrollos. Los procesos administrativos para la gestión del suelo y la obtención de licencias son excesivamente largos y burocráticos, lo que encarece la producción de vivienda. Muchas promotoras se enfrentan a esperas prolongadas para obtener los permisos necesarios, lo que limita la inversión y frena la construcción de nuevas viviendas.
Para mejorar este panorama, es esencial simplificar la normativay unificar criterios a nivel nacional. De este modo, se podría facilitar la financiación de viviendas protegidas y garantizar un mayor acceso a vivienda asequible para la población.