Múnich, 7 oct (dpa) – Un sol radiante y temperaturas agradables contribuyeron a un aumento de los visitantes de la tradicional Fiesta de la Cerveza de Múnich, que hoy llegó a su fin.
Según un balance provisional ofrecido por los organizadores, unos 6,3 millones de personas se dieron cita para disfrutar de la bebida alemana por excelencia, unos 100.000 más que el año pasado pese a que las celebraciones duraron dos días menos que en 2017.
Aún cuando creció el número de visitantes, la cifra de delitos cayó en un nueve por ciento, destacaron.
«Fue una gran fiesta», dijo el máximo responsable y vicealcalde de Múnich, Josef Schmid.
Los turistas consumieron al igual que el año pasado 7,5 millones de litros de cerveza pero su apetito fue mucho mayor. Los primeros cálculos hablan de un aumento de cerca de diez por ciento tanto en el rubro de comida como en el de las bebidas sin alcohol, indicó Schmid.
Estos datos se corresponden con la nueva estructura de visitantes de la Oktoberfest, a la que asistieron este año más familias y personas mayores de 60 años.
La Policía registró menos delitos sexuales, menos robos de carteras y menos reyertas con empleo como arma de los tradicionales jarrones de cerveza de un litro. Sin embargo, hubo más agentes heridos.
Un deceso ensombreció los festejos. Un hombre falleció tras recibir un puñetazo delante de una carpa cervecera, informó el portavoz de la Policía de Múnich, Marcus da Gloria Martins.