Düsseldorf/Fráncfort, 24 ene (dpa) – La industria del empapelado puso fin en Alemania a la tendencia a la baja y logró en 2020 una facturación de 256 millones de euros (unos 311 millones de dólares) en plena pandemia de coronavirus.
En 2019, el sector facturó 247 millones de euros, una caída tras los 266 millones de euros de 2018 y los 288 millones de euros del 2017.
Según el secretario general del Instituto Alemán del Papel Pintado, Karsten Brandt, esta evolución positiva se debe a las restricciones impuestas por la pandemia.
«Mucha gente aún tiene el presupuesto» para vacaciones y salidas a comer o al cine, pero no lo pueden gastar, señaló Brandt. Y como las personas están replegadas en sus casas, encaran renovaciones «que querían hacer hace tiempo o que quizá hubieran hecho en unos años».
Aclaró que esta tendencia no beneficia a todos los segmentos de la decoración interior por igual. El empapelado, especificó, tiene la ventaja de que es comparativamente barato y se puede colocar sin ayuda.
En el interior, los ingresos en el sector crecieron en 2020 un 12 por ciento, mientras que en el exterior cayeron un dos por ciento. Tomando en cuenta los diversos confinamientos en otros países y la interrupción de las cadenas de suministro, sin embargo, puede considerarse un éxito el negocio exterior del año pasado, consideró Brandt.
Con respecto a este año, la entidad tiene sentimientos encontrados: los mercados de la construcción, actualmente cerrados, pueden poner límite a las ganas de renovación que los alemanes suelen sentir en primavera.
Según Brandt, las ventas online no pueden sustituir la compra presencial. Pero, teniendo en cuenta que las decisiones sobre la renovación de un hogar suelen demorarse algunas semanas, puede ser que las compras se realicen a fines de febrero o en marzo. «Entonces, pueden llegar a cerrar las cuentas», dijo Brandt en referencia al posible levantamiento parcial de las restricciones.