Wiesbaden/Berlín, 7 feb (dpa) – La industria alemana sufrió a finales del año pasado la mayor caída de su producción desde 2009, según revelaron las cifras suministradas hoy por la Oficina Federal de Estadística (Destatis) en Wiesbaden.
De acuerdo con los datos, la producción total fue un 3,5 por ciento menor que en noviembre de 2019. Se trata de la contracción más pronunciada desde principios de 2009, derivada de las consecuencias de la crisis financiera mundial.
Asimismo, en comparación con diciembre del año anterior, la producción cayó un 6,8 por ciento, la mayor desde finales de 2009.
Estas cifras no se corresponden a los datos previstos por los analistas, quienes incluso esperaban en promedio un ligero aumento de la producción.
Según Carsten Brzeski, economista jefe del Banco ING en Alemania, las considerables cargas económicas de la industria alemana orientada a la exportación, la disputa comercial entre Estados Unidos y China y una economía mundial en general más débil influyeron en la caída de la producción.
Con excepción del sector energético, el crecimiento de la producción en Alemania fue débil en el mes de diciembre.
En comparación con el mes anterior la industria redujo su producción en un 2,9 por ciento, mientras que la construcción cayó un 8,7 por ciento.
Según el Ministerio de Economía la producción manufacturera cayó un 1,9 por ciento en el cuarto semestre 2019 y sobre todo la industria mecánica y automotriz se vio severamente afectada.
«El desarrollo lento de la producción y una menor entrada de pedidos indica que la debilidad económica de la industria aún no ha sido superada», comentó el ministerio.
Sin embargo, el Ministerio alemán de Economía y algunos expertos señalan que la gran cantidad de feriados y días puente en el mes de diciembre probablemente hayan influido en las cifras. Por lo tanto, se espera una recuperación a más tardar en febrero.
«Sin embargo, esto no cambia el hecho de que la tendencia de la producción sigue siendo claramente a la baja», añadió Solveen.
Los últimos datos de producción de otros países europeos también fueron débiles. En Francia y España, la producción industrial se derrumbó a finales de 2019.