(dpa) – Como si regalo de despedida del día se tratase, el sol inunda el cielo con una cálida luz: Comienza la denominada hora dorada.
Esta suave luz, de cálidos tonos anaranjados tan codiciada por los fotógrafos, no solo se obtiene en los atardeceres sino también en los amaneceres -siempre y cuando el cielo esté despejado-, indica la revista especializada «c’t Fotografie» en su número 4/20.
La hora dorada proporciona luz suficiente como para que las fotos hechas con un teléfono inteligente salgan bien, explican los expertos.
Solo aquellos que deseen capturar imágenes con características especiales como franjas de colores de luz rojiza, anaranjada o dorada, perfiles o siluetas, necesitan una cámara que permita ajustes manuales y cambio de objetivos.
Cómo evitar sombras indeseadas
Durante la hora dorada, si el fotógrafo tiene el sol detrás a menudo aparece en la imagen a fotografiar la larga sombra de sí mismo -efecto denominado «luz reflejada»-. Para evitarlo, basta con ubicarse bajo una sombra mayor, como por ejemplo una roca o un árbol.
El atardecer y el amanecer ofrecen las mejores condiciones para las tomas a contraluz con sugerentes sombras alargadas y una vívida progresión de colores.
Durante ese intervalo de tiempo, el cielo, teñido de colores cálidos, aparece mucho más iluminado que el objeto o persona ubicado en el primer plano fotográfico.
Con este tipo de luz, puede ser interesante hacer varias tomas con distintas exposiciones, disparar en modo alto rango dinámico (HDR, por sus siglas en inglés) o usar un filtro de degradado.
¡Ojo con enfocar al sol!
La publicación advierte del peligro que supone enfocar directamente con la cámara al sol así como de realizar exposiciones prolongadas directamente a la luz solar. Tanto los ojos del fotógrafo como las lentes de la cámara pueden quedar permanentemente dañados.
Los expertos recomiendan utilizar la sombra del parasol que incorporan algunos objetivos.
Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de fotografiar en la hora dorada es la composición de la fotografía.
El efecto de profundidad que proporcionan las sombras especialmente alargadas debido a la iluminación de un sol bajo, cercano al horizonte, puede ser acentuado por el fotógrafo experimentado.
Por último, una buena opción para la composición de la imagen durante la hora mágica a fotografiar con una lente gran angular: Dos tercios de cielo como fondo y un tercio de paisaje en primer plano.