El otoño en Asturias ofrece un espectáculo natural difícil de igualar. Los bosques se tiñen de rojos, naranjas y amarillos, creando paisajes que parecen sacados de una postal. Esta estación se convierte así en el momento perfecto para organizar una escapada en busca de calma, naturaleza y rincones únicos.

Una de las opciones más atractivas son los bosques de hayas y robles, que en esta época despliegan una paleta cromática impresionante. Pasear por senderos como los que recorren el Parque Natural de Redes o la zona de Somiedo es sumergirse en un cuadro vivo donde cada paso descubre nuevas tonalidades.
El otoño también invita a disfrutar de los pueblos rurales. Las pequeñas localidades asturianas conservan tradiciones, arquitectura popular y una tranquilidad que contrasta con el ritmo de la ciudad. Alojarse en una casa rural o en un hotel con encanto permite desconectar del día a día y vivir la hospitalidad local.
Otro atractivo son las rutas costeras. Aunque el verano concentra a la mayoría de visitantes en las playas, en otoño el litoral recupera su calma natural. Los paseos junto al mar, con el sonido de las olas como única compañía, ofrecen una experiencia relajante y revitalizante.
Para los más activos, el otoño es también una época ideal para practicar senderismo y turismo activo. La temperatura suave favorece recorridos por montañas, valles y desfiladeros. Además, muchos espacios naturales ofrecen rutas señalizadas aptas para todos los niveles, desde familias con niños hasta senderistas experimentados.
El componente gastronómico no puede faltar en estas escapadas. La cocina asturiana, con productos de temporada como setas, castañas o sidra, complementa a la perfección la experiencia de viaje. Disfrutar de un buen plato tras una jornada en la naturaleza es parte fundamental de la experiencia.
En definitiva, las escapadas de otoño en Asturias son una invitación a redescubrir la calma y la belleza natural de la región. No hace falta recorrer grandes distancias: a pocos kilómetros de casa, se encuentran rincones que sorprenden y que, en esta estación, se visten de gala para el visitante.