(dpa) – Abolladuras, arañazos o daños causados por piedras: a algunos conductores apenas les molestan, mientras que otros prestan una atención meticulosa al exterior de su vehículo. Además, están los conductores de coches de alquiler, que a más tardar a la hora de devolver el coche tienen que verificar que la pintura esté en perfecto estado. En el caso de algunos daños, incluso es necesario actuar de inmediato.
Mientras que algunas reparaciones se deben dejar en manos de un profesional, hay otros daños que pueden arreglar los conductores mismos.
En caso de daños profundos en la pintura, Bernd Volkens aconseja una reparación rápida. «En caso de impacto de piedras, la pintura puede descascararse y dejar al descubierto el metal», explica el redactor de la revista especializada alemana «Auto Bild». «Sin protección, este empieza a deteriorarse y a oxidarse. No se trata de una cuestión estética, sino de proteger la chapa», enfatiza el experto.
Los conductores pueden utilizar la prueba de la uña para determinar la profundidad de los arañazos. Si la uña apenas queda enganchada en el borde, la mayoría de los arañazos se pueden pulir. Si ya se puede ver la capa de imprimación o incluso la chapa, habrá que recurrir a un lápiz de retoque o llevar el coche al taller.
Los conductores de coches de leasing suelen aprovechar la oferta de servicios de reparación inteligentes «Smart Repair» antes de devolver su vehículo y así entregar un coche lo más libre de arañazos posible sin pagar recargo.
En su caso, la precaución de no hacer reparaciones por cuenta propia está bastante justificada. Markus Herrmann, presidente de la asociación alemana de reacondicionamiento de vehículos, explica que, en el caso de vehículos alquilados o de empresa que se devuelven al arrendador al cabo de unos años, las reparaciones deben realizarse según las especificaciones del fabricante, ya que se trata de una cuestión de garantía.
Los precios para el retoque de arañazos leves o daños causados por impacto de grava varían según el proveedor, pero también dependen mucho del lugar afectado, el componente y las especificaciones del fabricante, explica Herrmann, y acota: «En el caso de pinturas con efectos y componentes grandes dentro del campo visual directo, una reparación inteligente se hace difícil porque esta será visible. En este caso habrá que volver a pintar todo el componente».
Si los daños en la pintura y los arañazos no son demasiado profundos, a menudo los conductores pueden repararlos ellos mismos. «Los arañazos leves en la capa superior de laca transparente se pueden pulir», señala Bernd Volkens.
Con los abrillantadores habituales en el mercado solo se elimina una capa muy delgada de pintura. Para arañazos más profundos, solo sirven los productos reparadores o el papel de lija de grano muy fino (800 o 1000).
«Sin embargo, los aficionados deben tener cuidado, ya que, de lo contrario, pueden destruir la capa de pintura y luego tener que volver a pintar toda la superficie», advierte Volkens. Si la capa de pintura es fina, añade, el papel de lija puede dañar rápidamente la chapa al descubierto.
Markus Herrmann, experto en reacondicionamiento de automóviles, aconseja a los propietarios de vehículos que realicen una limpieza intensiva del coche al menos una vez al año. Además de una limpieza a fondo, se recomienda presar atención al cuidado de la pintura con pulido y sellado. A más tardar durante estos trabajos, se hacen patentes defectos tales como los hologramas, los arañazos y los daños causados por la intemperie y los impactos de piedras.
Quien decida realizar estos trabajos por sí mismo, debe asegurarse de eliminar previamente la película de óxido y de aplicar la pintura de forma correcta. «De lo contrario, la chapa debajo se deteriorará», advierte Herrmann.
Los daños en los bordes de las puertas pueden ser retocados sin recurrir al taller. Para ello, se necesita una lápiz de retoque del mismo color que el vehículo.
«No obstante, los inexpertos deberían informarse sobre el uso exacto de estos rotuladores. Una ligera aplicación de pintura protege contra el óxido, pero no suele quedar bien», acota Herrmann y advierte: «Incluso elegir el pincel equivocado estropea la pintura».
En opinión de Marcel Mühlich, el éxito de la reparación depende del talento del propietario del coche y del tamaño del daño. «Si la pintura está en buenas condiciones y el arañazo no es profundo, la mayoría de los arañazos pueden pulirse con líquidos y pastas de pulido», afirma el experto técnico del automóvil club alemán Auto Club Europa (ACE), y añade que en los bordes se recomienda dosificar el pulido.
El técnico explica que el tipo, la antigüedad y el estado de la pintura también son decisivos. En el caso de pinturas antiguas, explica, un tono de color estándar suele diferir del código de pintura especificado para la carrocería del vehículo. En este caso, se debería encargar a un profesional la mezcla del color adecuado.
Según Mühlich, las pinturas metalizadas causan problemas: «Quedan bien pulverizadas, pero un retoque con pincel no suele quedar bien». El experto especifica que esto tiene que ver con la composición de la pintura.
En el caso de las pinturas bicapa, se aplica primero el color y luego una capa transparente protectora. Esta debe aplicarse cuidadosamente después de un cierto tiempo de secado, sin influencias de polvo y evitando los descuelgues o chorretones de pintura. Si el conductor se olvida de esta capa o utiliza una pintura en spray sin endurecedor, la pintura se descascará lentamente. Los acabados negros y metalizados siempre llevan una capa transparente.
Los daños causados por impacto de piedras solo deben eliminarse, si es posible, con un paño. Si la chapa ha quedado al descubierto, se comenzará con la imprimación, seguida de la capa de pintura. Tras el tiempo de secado prescrito, se aplicará la capa transparente.
Tras una semana de secado, se pueden pulir las transiciones. Esto se hará sin pretender que la superficie quede completamente uniforme y brillante, ya que si se pule demasiado se puede remover la pintura y causar más daños de los que había antes. «El truco está en saber cuándo hay que dejar de pulir», advierte Mühlich.
En el caso de pinturas más antiguas, descascaradas y sin brillo, un pulido refrescante o una cera suelen ayudar, al menos a corto plazo. «En el caso de una corrosión muy severa, lo único que ayuda es un nuevo ciclo de pintura», afirma Volkens, redactor de «Auto Bild».
Por Fabian Hoberg (dpa)