Asturias no solo es tierra de paisajes verdes y gastronomía, también lo es de pasión por el motor. Entre las diferentes facetas de esta afición destaca el interés por los coches clásicos, auténticas joyas sobre ruedas que cuentan historias y despiertan emociones en cada encuentro o exposición.

Una afición que crece con los años
Los vehículos clásicos representan mucho más que medios de transporte: son piezas de historia, símbolos de épocas pasadas y objetos de culto para coleccionistas. En Asturias, cada vez más aficionados se unen a clubes y asociaciones dedicadas al cuidado y la exhibición de coches antiguos, desde modelos populares de los años 60 y 70 hasta auténticos iconos deportivos.
Concentraciones y eventos
Las concentraciones de vehículos clásicos son citas imprescindibles para los amantes del motor en la región. Municipios como Gijón, Avilés, Oviedo o Llanes acogen cada año encuentros donde se dan cita decenas de vehículos restaurados con mimo por sus propietarios. Estos eventos no solo atraen a coleccionistas y curiosos, sino que también se convierten en motores de actividad turística, llenando hoteles, restaurantes y calles con visitantes.
El ambiente en estas concentraciones va más allá de la mecánica: hay exhibiciones, rutas por carreteras costeras o de montaña y actividades culturales que refuerzan la experiencia.
Restauración y conservación
Mantener un coche clásico en buen estado requiere dedicación y paciencia. Muchos propietarios asturianos dedican horas a la restauración artesanal, buscando piezas originales y trabajando en talleres especializados. La conservación es clave para que estas joyas sigan rodando, y en Asturias existen profesionales y apasionados capaces de devolver la vida a vehículos con varias décadas de antigüedad.
Además, el cuidado de estos coches también implica una conexión emocional. Cada vehículo guarda recuerdos familiares, viajes y vivencias que hacen de su restauración un acto de memoria y legado.
Impacto económico y cultural
El mundo del motor clásico en Asturias tiene un impacto que va más allá de lo personal. Genera actividad económica en talleres, comercios especializados, aseguradoras y empresas vinculadas al sector. También fortalece la identidad cultural, ya que los coches clásicos son parte del patrimonio industrial y social de la región.
Las administraciones locales reconocen cada vez más el valor de estos eventos y colaboran en su organización, conscientes de que contribuyen al turismo y al dinamismo de los municipios.
Mirando al futuro
La pasión por los coches clásicos en Asturias parece estar asegurada para las próximas generaciones. La combinación de tradición, historia y emoción hace que esta afición siga sumando seguidores. Además, con la creciente digitalización, los clubes y aficionados encuentran nuevas formas de difundir su pasión y atraer a un público más amplio.
Perspectivas
Asturias se consolida como un referente en el mundo del motor clásico, gracias a la implicación de los aficionados y la riqueza de sus carreteras para realizar rutas inolvidables. Los coches de época no son solo vehículos: son parte viva de la memoria colectiva y un elemento cultural que conecta pasado, presente y futuro.