(dpa) – Muchos piensan que ir en trineo es una diversión invernal inofensiva, pero los conductores de trineo deberían al menos protegerse con un casco, según demuestra una prueba de choque realizada por el Automóvil Club de Alemania (ADAC).
En la prueba, un maniquí de unos 80 kilos y 1,75 metros de altura montado en un trineo de madera chocó contra una barrera de madera a una velocidad de 25 kilómetros por hora.
Los sensores midieron la aceleración de la cabeza durante el impacto. El resultado arrojó que, si no se usa casco, el riesgo de sufrir una lesión grave en la cabeza es del 90 por ciento, mientras que con casco solo es del 10 por ciento.
Para que quede más claro, el club automovilístico realizó una comparación con el tránsito vehicular: de acuerdo a este estudio, el impacto con y sin casco puede compararse con un accidente de tránsito frontal a 50 km/h, en el que la cabeza choca contra un airbag o contra el volante sin protección, respectivamente.
Según el ADAC, en particular los niños corren un alto riesgo de caerse y lesionarse con el trineo.
El consejo de llevar casco se aplica a todos los grupos de edad, ya sea en la pequeña pista de trineo de la esquina de casa o, sobre todo, en las pistas de trineo a veces rápidas de las estaciones de esquí, que a menudo atraviesan bosques.
Un análisis de datos de accidentes recogidos a través de las misiones de salvataje aéreo del ADAC de 2018 a 2021 demuestra el hecho de que no hay que subestimar el riesgo de ir en trineo, especialmente durante las vacaciones de invierno.
De acuerdo con este estudio, algo menos de la mitad de los implicados en accidentes eran usuarios de trineos. La gravedad de las lesiones fue superior a la de esquiadores y practicantes de snowboard.
Según el informe, los conductores de trineos chocaron frecuentemente contra un árbol u otros objetos.
Los tipos de lesiones sufridas también difieren, según el análisis: los esquiadores y los practicantes de snowboard suelen sufrir lesiones en las piernas, mientras que los conductores de trineo sufren traumatismos craneoencefálicos.