Sydney, 9 mar (dpa) – Los dos estados más poblados de Australia, Nueva Gales del Sur y Victoria, anunciaron hoy que a partir de julio pagarán en concepto de indemnización hasta 150.000 dólares (unos 94.000 euros) a cada una de las más 14.000 personas que siendo niños fueron víctimas de violencia sexual.
El primer ministro Malcolm Turnbull llamó a la Iglesia católica y otras instituciones a participar en este programa.
El dinero irá destinado a mujeres y hombres que fueron sometidos a abusos sistemáticos, en muchos casos durante varios años, por parte de empleados de instituciones públicas. Tan solo en Nueva Gales del Sur y Victoria hay más de 14.000 casos. Sin embargo, en toda Australia hay decenas de miles de casos ocurridos entre 1960 y 2015. Los expertos calculan que unas 60.000 personas en todo el país tienen derecho a reclamar una indemnización.
Las críticas por el escándalo de abusos sexuales apuntan sobre todo a la Iglesia católica. Una comisión oficial de investigación llegó a la conclusión de que el siete por ciento de todos los sacerdotes católicos en Australia han abusado de niños.
La Conferencia Episcopal australiana ha presentado sus disculpas pero hasta el momento no está dispuesta a pagar indemnizaciones.
Sin embargo, Turnbull dejó claro que especialmente la Iglesia católica tiene que cumplir con su obligación. Quien se niegue a cooperar con el programa será juzgado «de forma muy dura», advirtió el jefe de Gobierno conservador. Al mismo tiempo anunció: «Si la Iglesia, una organización benéfica u otra institución no colabora, vamos a agarrar el megáfono forzándolas a que suscriban».
Las compensaciones fueron recomendadas por una comisión que a fines de 2017 presentó el informe de las investigaciones que había realizado durante varios años. La comisión incluso habían propuesto una indemnización de 200.000 dólares por cada víctima. Hasta el momento, aparte de los dos estados mencionados, nadie se ha declarado dispuesto a cooperar. Las negociaciones entre el Gobierno central y otros estados aún no han terminado.
De acuerdo con el informe de la comisión de investigación, durante más de seis décadas fueron sometidos a abusos niños en al menos 4.000 instituciones, entre ellas escuelas, iglesias, hogares e internados. La mayoría de las víctimas eran varones. La edad media de las víctimas no llegaba a los 12 años. En cuatro de cada cinco casos, los abusos se repitieron.