Sentir miedo o temor es una emoción natural de todos los seres humanos. Lo que pocas personas saben es que este sentimiento ocasiona diferentes respuestas fisiológicas en nuestro organismo, sobre todo en los ojos.
Sí, así como lo lees, y es que resulta que nuestros ojos se abren más de lo normal cuando tenemos miedo o sentimos que estamos en peligro. Esta reacción responde a que nuestro campo visual se amplía y también nuestra sensibilidad ocular aumenta, como un mecanismo para identificar el peligro que nos rodea y como un mecanismo de defensa.
Por el contrario, cuando nuestros ojos se estrechan es porque estamos discutiendo o enfadados por algo. En este caso, los ojos bloquean la luz y enfocan un punto que determina el origen de nuestro descontento.
Los investigadores afirman que ambas reacciones han surgido de la adaptación a los estímulos de nuestro entorno y no como señales de comunicación social, lo que conllevaría a concluir que las emociones son las que desencadenan estas expresiones faciales.
Soraya Andreina Pérez