Más de 10.000 personas participaron en Asturias durante el pasado fin de semana en Castropol en la primera edición del festival El Pueblo, un evento multidisciplinar que aunó música, cultura y tradición con el objetivo de dar protagonismo a las pequeñas localidades y sus habitantes.

El certamen ha tenido también un impacto económico directo de más de 1,5 millones en el concejo y su entorno, del que se han beneficiado alojamientos, hostelería, comercios y proveedores locales.
A estas cantidades se suma, además, el impacto mediático del festival, cifrado en más de un millón, que ha situado este concejo y el occidente en el centro del mapa cultural nacional.
El Gobierno del Principado de Asturias, a través de la Consejería de Presidencia, Reto Demográfico, Igualdad y Turismo, y de la Consejería de Medio Rural y Política Agraria, por medio de la marca Alimentos del Paraíso Natural, colaboró con este evento, que patrocinó la Caja Rural de Asturias.
Castropol se convirtió el pasado fin de semana en un gran escenario al aire libre con conciertos, talleres y experiencias para todas las edades. En el plano musical, el cartel estuvo encabezado por el grupo Sidonie, junto con artistas como Marlena, King África, The Rapants, Sanguijuelas del Guadiana, Niños Bravos, Amor Líquido, The Goodmen y Alfredo García, además de una sesión electrónica a cargo de Héctor Llamazares, Yahaira, Kresy y Alejandro Ávila.
Las actividades tradicionales pusieron en valor el patrimonio cultural de Castropol: las emblemáticas alfombras florales, rutas guiadas, paseos a caballo, exposiciones fotográficas y una espectacular zalea en el mar con embarcaciones del club de vela del municipio.
La gastronomía y la artesanía también tuvieron su espacio, con un mercado de productos asturianos en el que destacaban los Alimentos del Paraíso Natural. El festival incluyó también la práctica de yoga, a cargo de Betty Ewan, y talleres infantiles, pintacaras y globoflexia.
El Pueblo nace con el propósito de poner en valor los pueblos como espacios llenos de futuro, identidad y oportunidades. Esta primera edición ha marcado el inicio de un proyecto itinerante, que los próximos años recorrerá distintas localidades asturianas, con el fin de fortalecer el orgullo de pertenencia rural y revitalizar la imagen y la economía de los pueblos.