Cuando aparecen problemas que hay que afrontar en el menor tiempo posible, la solución ideal son los préstamos personales. Situaciones repentinas como enfermedades, la necesidad de reparar el vehículo o comprar herramientas indispensables para el trabajo, se solucionan con este tipo de préstamos, que son una gran alternativa para salir del apuro.
Aspectos y características importantes
Es muy conveniente informarse acerca de los préstamos personales antes de solicitar un servicio financiero de este tipo, que están enfocados en financiar productos, servicios o proyectos, mediante un préstamo que otorga una entidad financiera, que cede una cantidad de dinero a una persona por medio de un contrato.
Reformas en la vivienda, vacaciones largamente postergadas o la compra de un coche usado, son algunas de las motivaciones que llevan a una persona a solicitar un préstamo personal. Habitualmente, el importe no suele ser muy alto y sólo es necesario presentar una certificación legal de los ingresos que percibe el solicitante.
Los trámites de este tipo de financiación son, salvo muy pocas excepciones, muy rápidos, muchísimo más que en el caso de los créditos hipotecarios. Un aspecto importante a considerar es que el interés suele ser un poco más alto que los créditos para vivienda que incluyen hipotecas.
Comparar las ofertas de préstamos disponibles
Los créditos al consumo son una categoría especial, ya que se trata de un préstamo especial que cubre unas necesidades personales, que casi siempre se encuentran desligadas de la actividad empresarial o profesional a la que se dedica el solicitante, como los que ofrece Sofkredit, una entidad crediticia con garantía hipotecaria de responsabilidad comprobada, avalada por su experiencia en el ámbito de este tipo de préstamos, al ofrecer ventajas como altos períodos de devolución, aceptan ASNEF y mantienen un TIN (tipo de interés nominal) del 6,785%.
El precio que la empresa financiera cobra por la prestación del servicio crediticio es lo que se conoce como tipo de interés. En este aspecto, es necesario no prestar atención solamente al interés nominal, sino también al TAE.
El TAE es un cálculo donde se incluye este interés y las comisiones que puedan ser aplicadas al préstamo, teniendo siempre muy en cuenta, el plazo en el que se debe llevar a cabo la operación. Estas comisiones se cobran porque abarcan aspectos como la cancelación, la apertura, amortización a plazos, estudio de aprobación y otras consideraciones.
Es importante destacar que algunos de estos préstamos tienen un tipo de interés nominal bajo, pero implican algunas comisiones por otros conceptos, los cuales hay que tener en cuenta. El servicio prestado incluye ayuda en la decisión, para lograr las mejores ofertas en cada caso individual y apoyan con todos los aspectos referentes a la contratación.
Diversidad de opciones:
Cuando llega el momento de pedir dinero prestado es importante comparar las diferentes ofertas que están disponibles en el mercado:
- La clase de interés.
- El plazo de amortización o tiempo en el que se devuelve el dinero.
- Comisiones de apertura y comisiones de cancelación.
- La cuota mensual, determinada por el TAE, y el plazo que se estipule.
- Otros gastos que solventar.
Diferencias entre personales e hipotecarios
Los préstamos hipotecarios y los préstamos personales se diferencian por la garantía que exige la entidad en los casos en los que se incumple con el pago. La persona que contrata un préstamo plantea como garantía sus bienes, en tiempo presente y a veces futuro, que según cada caso pueden ser muy pocos o muchos. El aspirante a un crédito hipotecario ofrece un bien inmueble que se hipoteca, que pasa a ser del banco en el caso de incumplimiento en el pago.
Como consecuencia de este riesgo, los préstamos personales siempre tienen un interés un poco más alto y el plazo para amortizar es mucho más corto, en otras palabras, son un poco costosos y el solicitante dispone de menos tiempo para pagar.
Este tipo de transacción debe ir asociada con una cuenta corriente o una libreta de ahorros que esté a nombre del prestatario. El préstamo siempre se hace formal mediante una póliza, en un acto que puede tener repercusiones, en el caso de que alguna de las partes no cumpla con las condiciones que plantea la operación.