(dpa) – Cortan el césped casi por sí solos mientras los dueños de los jardines están sentados en el patio o trabajando. Algunos incluso por la noche: los robots cortacésped son una cómoda alternativa al corte de césped tradicional, ya que ahorran tiempo y esfuerzo.
La revista alemana «c’t» probó siete robots cortacésped sin cable perimetral para comprobar su facilidad de instalación, la calidad del corte, pero también si ofrecen una opción respetuosa con los animales, especialmente con los más pequeños, como erizos, caracoles, sapos, ranas o lagartijas.
Sensores para proteger
Seis de estos modernos robots cortacésped utilizan una serie de sensores adicionales, como cámaras entrenadas por inteligencia artificial, radar, ultrasonidos y lidar, para orientarse en el jardín, reconocer obstáculos y proteger al robot cortacésped de colisiones.
También ayudan a delimitar la zona de corte sin necesidad de colocar un intrusivo cable perimetral. Y, por último, son capaces de cortar solo el césped, no las plantas de jardín u otros objetos.
Los siete modelos probados (Einhell Freelexo CAM, Worx Landroid Vision M 600, Ecovacs Goat G1, EcoFlow Blade, Segway Navimow H500E, Husqvarna Automower 430X Nera y Stiga A 3000) demostraron ser fiables en términos generales.
Cortan el césped de manera uniforme y son capaces de reconocer los obstáculos. No obstante, existen algunas diferencias, por ejemplo en cuanto a la configuración, la navegación y la tecnología de los sensores. El Stiga A 3000 es el único modelo en el campo que solo tiene sensores mecánicos, pero no sensores de distancia adicionales.
La prueba de protección animal
Muchos fabricantes también quieren garantizar la protección de los animales pequeños, como los erizos, con la tecnología de sensores ampliada. Los probadores lo comprobaron con muñecos de erizo, que colocaron en la zona de siega de prueba. ¿Los robots cortacésped los reconocerían y los evitarían? Y si no, ¿se detendrían al menos al entrar en contacto con ellos?
Resultado: de los seis dispositivos con sensores adicionales, solo dos, el Worx Landroid Vision y el EcoFlow Blade, reconocieron los muñecos de erizo a distancia en el total de las pruebas y se apartaron.
Los sensores remotos de los modelos Husqvarna y Segway no reaccionaron en absoluto y siempre se produjo una colisión. Sin embargo, los sensores de impacto e inclinación aseguraban inmediatamente que el robot cortacésped se detuviera y se apartara. Según los probadores, el riesgo de lesiones para los erizos vivos sería mínimo.
No fue el caso del Ecovacs Goat G1 y del modelo de Einhell. Aquí, los sensores ópticos solo se activaron en el 50 y el 17 por ciento de las pasadas, respectivamente, por lo que la protección mecánica a menudo ya no era suficiente para dejar ilesos a los erizos.
Los muñecos de erizo permanecieron intactos en tres cuartas partes de los casos con la Freelexo CAM, mientras que la Goat G1 lo consiguió en dos tercios.
¿Y el Stiga A 3000, el modelo que funciona sin sensores de distancia adicionales? Sus sensores de impacto y elevación garantizaron que se apagara tras un breve contacto físico con la muestra en el 85 por ciento de los casos.
Conclusión: no es una garantía, pero…
Según el autor de «c’t», Sven Hansen, no hay un claro vencedor en la prueba, ni en general ni en lo que respecta a la compatibilidad con los animales. Y, por el momento, no es posible asegurar, ni mucho menos, que los robots cortacésped «inalámbricos» vayan a dejar ilesos a los pequeños animales del jardín con la ayuda de sus sensores.
Sin embargo: «En la nueva generación de robots cortacésped autónomos, los sensores de distancia para la detección de obstáculos tienen el potencial de reducir drásticamente el riesgo de lesiones a los pequeños animales salvajes», concluyen los autores de las pruebas.
Por eso es muy importante, entre otras cosas, dotar a los dispositivos de actualizaciones periódicas y constantes, que a menudo también son relevantes para el bienestar de los animales. No obstante, los usuarios también deberían tomar otras medidas para proteger tanto a la fauna como a la flora del jardín.
Precio e instalación
La gama de precios de los modelos probados oscila entre 1.000 y 4.000 euros (1.090 y 4.350 dólares). La instalación de robots cortacésped sin cable perimetral suele ser más sencilla que en los modelos convencionales con cable. Algunos modelos solo necesitan conectarse a la estación de carga, mientras que otros, a menudo controlados por una aplicación, tienen que recorrer el jardín una vez para definir los límites.
Los probadores no designaron un ganador de la prueba. En la evaluación general de los tres aspectos de la prueba (configuración, funcionamiento de la aplicación/dispositivo y gama de funciones), tres dispositivos recibieron al menos una calificación de «muy bueno»: Blade, Goat y Automower.
Por Bettina Lüke (dpa)