LOS ÁNGELES (dpa) – Historias de amor hay muchas, pero tan densas y rebuscadas como «Labor Day», no tantas: esta cinta con la firma de Jason Reitman y con dos actores de peso como Josh Brolin y Kate Winslet al frente es suficiente aliciente como para que ya esté dando que hablar en Hollywood antes de su estreno el 31 de enero.
Aunque algunos críticos como la periodista de Los Angeles Betsy Sparkey la ven como una cinta menos redonda que anteriores trabajos de Reitman, no hay duda de que «Labor Day» ha entrado en la cartelera en el momento preciso, como ya lo hicieron en su época títulos como «Up in the Air», «Juno» y la más reciente, «Young Adult», con Charlize Theron en uno de los mejores papeles de su carrera.
La historia, para empezar, no tiene desperdicio. El relato de Amy Wheeler, una mujer soltera que vive en una comunidad rural junto a su hijo adolescente, Henry, a finales de los años 80, aporta a la cinta cierto sabor de época pero sin ser exactamente antigua. El punto de inflexión llega cuando un condenado que se acaba de fugar de prisión y está herido les obliga a llevarlo a su casa y cuidar de él mientras piensa en una alternativa para huir del acoso de las autoridades.
Frank Chambers (Josh Brolin), el fugitivo más perseguido del momento, es en realidad un veterano de la Guerra de Vietnam que protagoniza un incidente con la mujer con la que se había casado poco antes de saber que estaba embarazada. Frank descubre que en realidad no es el padre biológico del bebé y, a raíz de la discusión, su mujer cae por las escaleras y fallece tras un empujón accidental.
La tragedia le cuesta la cárcel aunque en realidad es un hombre inocente, por lo que decide fugarse. Una vez en la casa de Amy, comienza a demostrar que no es un hombre violento, lo que hace que la mujer se enamore de él y que el joven Henry lo acepte como una especie de figura paterna que nunca tuvo.
Tras enamorarse, Adele y Frank planean huir a Canadá con Henry, cuya voz en off pertenece a Tobey Maguire, el protagonista de «Spiderman». Para rematar, una amiga de Henry entra en escena, Eleanor (interpretada por Brighid Fleming), creando una situación aún más comprometida para los tres en su afán de encontrar una salida beneficiosa para todos.
Pese a la complejidad de la novela de Joyce Maynard en la que está basado el filme, Reitman asegura que tuvo claro desde un principio que era la próxima película que quería hacer. «Leí la novela y vi el largometraje claro en mi cabeza», aseguró el director en una entrevista.
«Me supuso un reto tan grande que me gustó. Era muy distinta de cualquier cosa que hubiera leído antes», un entramado de tal calibre que tuvo miedo de no conseguir dar en el clavo, sino usarla como primer paso hacia un material del mismo estilo en el futuro.
Además de la historia está el reparto, con una de las mujeres más deseadas por los directores para un papel romántico de este tipo: Kate Winslet. Reitman dice que la tuvo siempre en mente por tratarse de alguien que hace esos personajes «preciosos y sexuales», en alusión quizá a papeles como «Revolutionary Road», de su ex marido Sam Mendes, o de «El lector» (Stephen Daldry), que le otorgó el Oscar a la mejor actriz en 2009.
Después está Josh Brolin, un actor que ha ido de menos a más en una carrera que arrancó como actor infantil de «Los Goonies» y siguió con títulos como «No Country for Old Men» o «True Grit». Entre los dos sostienen esta notable película con posibilidades de hacer ruido en la temporada de premios que se avecina.
Por Liliana Martínez-Scarpellini