Antigua (dpa) – Dos mujeres arreglan con esmero decenas de flores en su ventana, observadas por los ojos curiosos de los turistas que caminan por una florida Quinta Avenida. Y no, la escena no ocurre en Nueva York, si no en la ciudad colonial de Antigua Guatemala.
Como su contraparte neoyorquina, la Quinta Avenida guatemalteca es famosa por albergar todo tipo de comercios que atraen a los turistas extranjeros que visitan Antigua, una hermosa ciudad de calles empedradas que durante un fin de semana de noviembre rebosa de flores, música y color.
«¡Esta ciudad es preciosa!», comenta Cindy, una turista australiana que pasea junto a dos amigas con cámara en mano, maravilladas por los ingeniosos arreglos florales que van desde enredaderas en ventanas hasta automóviles a los que les salen plantas de todas partes.
Los turistas se mezclan con comerciantes indígenas que venden cuadros de Antigua con el Volcán de Fuego de fondo, telas de tonos brillantes, collares artesanales y, por ser una ocasión especial, coronas de flores de vivos colores.
El Festival de las Flores de Antigua se realizó por primera vez en noviembre de 2017 y debido a la gran acogida que tuvo, se ha repetido en 2018 con planes a convertirse en una tradición anual.
Para el evento, los comercios de la ciudad preparan llamativos arreglos florales temáticos con los que adornan sus puertas, calles y balcones por todo un fin de semana.
«No sabía del festival, pero es una sorpresa muy, muy agradable», dice Cindy a dpa. Como ella, los transeúntes se toman selfies con los adornos de flores que pueden encontrarse prácticamente en cada establecimiento.
Este año, el Festival de las Flores fue más impactante para los turistas por la inusual tranquilidad que había reinado en Antigua en los días previos, debido a que fue la sede de la XXVI Cumbre Iberoamericana, una reunión de jefes de Estado y de Gobierno.
Por varios días, la ciudad estuvo fuertemente resguardada por policías y soldados armados que cerraron varias calles. Sin embargo, una vez terminada la cumbre, Antigua volvió a la vida.
La reunión de presidentes concluyó un viernes y el sábado en la Plaza Mayor ya reinan la música y las voces alegres de visitantes y lugareños. A un lado de la plaza hay una exposición de plantas y flores exóticas de Guatemala, mientras que en otra esquina una orquesta de niños toca las bandas sonoras de conocidas películas.
«Con actitud de eterna primavera», rezan unos carteles en referencia a Guatemala, conocido como el país de la eterna primavera por el agradable clima que predomina casi todo el año. La algarabía y el colorido de las flores por todo Antigua solo refuerzan esa idea.
En la entrada de la Quinta Avenida, los trabajadores de una tienda de artículos para bodas dan los últimos toques a su contribución para el Festival: un maniquí con un vestido de novia decorado con flores blancas y rojas.
Unos cuantos pasos más adelante se alza el famoso Arco de Santa Catalina y debajo, un vivero con decenas de macetas. En la misma calle hay un viejo Volkswagen tipo «escarabajo» con el diseño de un jaguar pintado en el capó y rodeado por un enorme marco de flores.
«Como antigüeños sabemos que lo colonial y lo linda que es esta ciudad combina muy bien con las flores», dice Álex Coronado, mánager de la cervecería artesanal «Antigua Cerveza», mientras coloca pequeñas flores en una gran maqueta que simulaba un libro para colorear.
«El tema es que todos pueden participar», explica David Sifuentes, encargado del diseño del arreglo floral de la cervecería. «Cualquiera puede venir a ayudarnos a colocar las flores». En total se utilizaron unas 1.000 flores para su decoración, sobre todo crisantemos blancos, lilas, morados y amarillos.
La creatividad de las empresas no tiene límites. Unos llenan con flores carritos de comida ambulantes, bicicletas de estilo vintage y viejos triciclos que lucen llamativos diseños. Además, pintan varios murales en distintos calles.
También crean arreglos más abstractos, con maniquíes mirando hacia el horizonte, rodeados de flores en canastas. Algunos han hecho coloridas alfombras o intrincados diseños en sus balcones.
Otros apuestan por cosas más tradicionales, como una tienda de comida mexicana que lleva por nombre «Fridas» y que ha pintado un coche con motivos del Día de Muertos. Flores de Nochebuena y cempasúchil -estas últimas utilizadas en esa festividad mexicana- adornan el vehículo junto a dos enormes catrinas -muñecas en forma de calaveras- vestidas como mariachis.
«Se trata de compartir una visión», señala Coronado. «Me alegra mucho ver a tanta gente disfrutar de algo tan sano como es el arte con flores, algo que se puede disfrutar en familia. Se lo pasan súper bien y les deja un buen sabor de boca de lo que es Antigua»
Por Carmen Peña (dpa)