Barcelona, 17 oct (EFE).- El violagambista, compositor y director musical Jordi Savall ha recibido hoy la Medalla de Oro de la Generalitat como un «reconocimiento de todo un trabajo hecho durante muchos años».
Tras recibir el galardón de manos del presidente de la Generalitat, Artur Mas, el músico ha confesado sentirse «muy emocionado» y ha compartido la medalla con su familia -especialmente su padre, que le apoyó y creyó en él cuando quiso dedicarse al violonchelo-, amigos y colaboradores que le acompañan desde hace más de 40 años.
A sus 73 años, este músico especialista en música antigua ha sorprendido al decir: «la música antigua no existe, lo que existen son partituras antiguas, pues la música viva es siempre un acto contemporáneo, sólo existe cuando un cantante la canta o un músico la toca, siempre es actual y renovada».
La música, ha añadido, es «el arte más próximo al ser humano», desde que nacemos y es también «lo último que pierden aquellas personas que sufren la enfermedad del Alzheimer».
Savall también se ha referido al debate soberanista y al derecho a decidir con unas palabras de Mahatma Gandhi: «En cuanto alguien comprende que obedecer leyes injustas es contrario a su dignidad, ninguna tiranía le podrá someter».
Por su parte, Artur Mas ha subrayado que es «un reconocimiento obligado, que se suma a otras distinciones, pero esta medalla es el reconocimiento del país entero, de Cataluña».
Un galardón que se ha concedido «ex aequo» con Montserrat Figueras, la soprano que fuera esposa de Savall y que falleció en 2011, porque «ha dejado una huella definitiva».
La ceremonia se ha iniciado con una glosa del músico galardonado a cargo del escritor Jaume Cabré, quien ha destacado que «existe un sonido Savall o, mejor dicho, deberíamos hablar de los sonidos Savall, porque no es lo mismo cuando toca a Bach que cuando interpreta una pieza de Joachim Desprez, y tener una voz propia en el arte es muy difícil».
«Savall es un maestro que esparce sabiduría creo que a veces sin ser demasiado consciente, reparte consejos que los músicos siempre agradecen», ha dicho Cabré antes de advertir que «se puede enseñar todo, menos a ser un artista, que es un viaje individual, personal, reservado a todos los que se empeñan en ser artistas», ha agregado.