Desde hace muchos años España está considerado como uno de los mejores países de Europa para que vivan allí extranjeros. Sobre todo hablamos de latinoamericanos, pero lo cierto es que también optan por el país ibérico habitantes de otros continentes como el africano e incluso el asiático. Pero, ¿a qué es debido?
Básicamente ello es fruto de la buena calidad de vida de la que se puede llegar a disfrutar en nuestro país. Eso sí, tal como sucede con los ciudadanos españoles, los extranjeros también tienen una serie de obligaciones legales que sí o sí deben cumplir. A continuación mencionaremos aquellas que tienen que acatar.
Pago de impuestos
¿Crees que los españoles tenemos que pagar muchos impuestos? Los extranjeros no se quedan atrás, ni mucho menos. Accede a un listado con todos los impuestos aquí, pudiendo comprobarlo por tus propios medios. Lo cierto es que la lista es bastante extensa.
En primer lugar hay que tener en cuenta que no importa ser o no residente fiscal: en ambos casos es imprescindible abonar los correspondientes impuestos. Uno de los más importantes es el conocido bajo el nombre de Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
Un porcentaje en concreto ha de ser pagado si desarrollas una actividad económica en España, ya sea como autónomo o haciendo labores profesionales para cualquier tipo de empresa. Es indiferente la vía de obtención de los ingresos, puesto que en todos los casos debe abonarse el IRPF.
Por ejemplo, si un extranjero es propietario de una casa o un piso en España, el dinero obtenido por el alquiler de esa vivienda está sujeto al citado impuesto. Hablando de viviendas, exactamente lo mismo sucede si ese hogar procede a ser vendido.
Adicionalmente, todo lo referente a la jubilación tampoco está exento del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, así como las ganancias obtenidas por medio de inversiones, ya sea en bolsa, criptomonedas o cualquier otro mercado que permita al extranjero obtener un rendimiento económico en el país.
Uno de los aspectos que más quebraderos de cabeza suelen ocasionar a los extranjeros guarda relación con el hecho de que el IRPF ve cambiado considerablemente su porcentaje en función de la Comunidad Autónoma en la que residan.
Por otra parte, la cifra también se ve variada dependiendo de otros aspectos. Un claro ejemplo es el de la cifra de hijos que tenga la persona extranjera, así como su edad actual. De hecho, si es un residente, existe la posibilidad de aplicar alguna que otra deducción, amén de recibir ciertas bonificaciones.
Estableciendo de nuevo una comparación, los no residentes no pueden deducirse la contribución que el extranjero hace a la Seguridad Social. En el caso de quienes trabajan para una empresa, es el propio negocio el encargado de llevar a cabo el pago, el cual se descuenta de la nómina junto al IRPF anteriormente mencionado. Los autónomos, por su parte, lo hacen ellos mismos.
Aquí no termina la lista de impuestos. Y es que los extranjeros que no son residentes también han de abonar el IRNR, acrónimo de Impuesto sobre la Renta de No Residentes. El porcentaje cambia bastante dependiendo de si la persona proviene de la Unión Europea o de fuera de ella. No importa el activo que esté generando una serie de ingresos, ya que en todos los casos hay que pagar impuestos. Además, solo los residentes se ven capaces de deducirse gastos.
Por si fuera poco, el listado de impuestos va más allá, ampliándose con los siguientes: Impuesto de sucesiones y donaciones, Impuesto sobre el patrimonio, Impuesto sobre las ganancias del capital e IVA cada vez que se compra un producto o contrata un servicio.
Obligaciones laborales y de documentación
Solo los extranjeros que han regularizado su situación en España tienen la posibilidad de firmar un contrato laboral, puesto que el mismo requiere un permiso no solo de trabajo, sino también de residencia. Sin embargo, en caso de que se produzca un despido improcedente es viable recibir la correspondiente indemnización.
Aun así, es esencial regularizar la situación cuanto antes, así como cumplir con otra obligación legal de gran importancia en nuestro país. Nos referimos al hecho de contar siempre con la documentación que se requiere con un fin en concreto: acreditar la identidad del susodicho.
Puede tratarse de la Tarjeta de Identidad de Extranjeros, así como del pasaporte o cualquier otro tipo de documento que el usuario en cuestión haya utilizado con el objetivo de entrar en el país ibérico. Si un agente de la autoridad está ejerciendo sus labores profesionales y solicita que le sea mostrado este tipo de documentación, la misma ha de ser enseñada obligatoriamente.
Como hemos podido ver, los extranjeros tienen bastantes obligaciones legales en España, siendo fundamental que se aseguren de cumplirlas todas con tal de que su estancia en este país sea buena de principio a fin.