Si hay algo que ha traído la pasada crisis es ver cómo ser licenciado o tener un título universitario no ha servido como flotador para un mercado laboral que veía cómo se iban destruyendo empleos a marchas forzadas.
Sin embargo, si sorprendió algo, fue precisamente que los grados de estudios medios y superiores iban consiguiendo colocar a sus estudiantes.
Tanto es así, que muchos optaron por la formación profesional online mientras seguían trabajando en busca de esa mejora de puesto que, de otra forma, no terminaba de llegar y que buscaba a especialistas muy concretos que salían de este tipo de cursos.
¿Qué se puede estudiar en módulos online?
Cada vez son más los cursos reglados que pueden realizarse en su versión a distancia.
La conectividad de las plataformas online en la que tutores y alumnos pueden compartir no solo temarios, sino trabajos, avances y resolución de dudas, por no olvidar las famosas tutorías, ha supuesto una nueva forma de entender la formación.
Así, cualquier persona dispuesta a formarse puede tomar ventaja y hacerlo en el centro que más le interese por contenido, profesorado o precio sabiendo que la distancia o el hecho de que esté en la misma ciudad no será nunca más un impedimento.
“Entre algunos de los grados reglados que se pueden realizar online, los que mejor acogida suelen tener son los de Educación Infantil, Comercio Internacional o Imagen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear” comentan desde ITEP.
Y el sentido de ese éxito viene, precisamente, por sus salidas laborales. Mientras que la universidad, aún cuando ya ha dado el paso hacia una enseñanza más práctica, es más teórica y forma profesionales, investigadores y científicos en todas las ramas del conocimiento, los Institutos de Estudios Profesionales buscan que sus alumnos conozcan mucho más a fondo el saber que necesitarán en el desarrollo de su trabajo, es decir, aportan más conocimiento técnico.
¿Qué busca el mercado laboral?
Pese a que, como siempre, hay cabida para todo tipo de enseñanza, el mercado laboral cada vez busca más especialistas de campo.
Eso, para profesionales graduados en universidades pasa por especializarse a fondo en uno de los campos de su disciplina, pese a que en realidad podrían por formación llegar a otros, mientras que para los que han salido de grados de Institutos de formación, la especialidad viene casi dada por la delimitación del propio Grado.
El mercado laboral, en realidad, busca ambos perfiles pero para puestos diferentes. Sí es cierto que, durante un tiempo, quien no pasaba por la universidad, parecía no tener cabida y se minusvaloró la Formación Profesional. Sin embargo, como se perfilaba previamente, la crisis dejó patente que la tradicional FP acabó siendo un gran salvavidas, permitiendo más empleabilidad durante los años pasados.
Actualmente y pese a que la recomendación siempre pasa, precisamente, por la vocación, las salidas laborales en toda la UE están teniendo más relación con los profesionales que salen de Centros de Formación especializados en campos socio sanitarios.