Pocas dudas caben sobre cómo internet ha revolucionado una gran cantidad de áreas de nuestras vidas. En esta ocasión, concretamente, vamos a hablar de cómo ha revolucionado el turismo y todas las áreas relacionadas con éste.
Los grandes protagonistas
Antes de hablar de cómo internet ha cambiado el sector del turismo, vamos a mencionar a algunos de los principales protagonistas de esta historia:
- Agencias de viajes: Este es el primer protagonista, y representa a todos los modelos de negocio propios del mundo pre-internet. Actualmente están desapareciendo a una velocidad de vértigo (cuando no lo han hecho ya totalmente), y, aunque a veces nos duela pensar que hay gente que se va al paro por ello, lo cierto es que es una destrucción necesaria, porque permite la creación de nuevos sectores más eficientes.
- eDreams: Otro protagonista es eDreams, como representante de los comparadores de vuelos y hoteles. Puedes seguir a eDreams en Facebook o visitar su página web si aún no los conoces. Básicamente, comparan vuelos y hoteles para ofrecerte las opciones más económicas para tus viajes. En cierto sentido, son la evolución natural de las antiguas agencias de viaje.
- TripAdvisor: Por último, tenemos a TripAdvisor, como representante de todas esas webs que se dedican a recopilar las valoraciones de los clientes que han ido a tal o cual lugar. De esta forma, puedes tener información sobre cómo es el servicio en tal o cual restaurante de antemano, y elegir de una forma mucho más inteligente lo que vas a hacer en la ciudad que visitas.
Y otrasmuchas empresas parecidas que, radicadas o no en internet (normalmente sí), han conseguido que el mundo del turismo cambie por completo. Y siempre para nuestro beneficio como consumidores.
Algunos cambios sucedidos en el turismo gracias a internet
Y, ahora, después de ver a los protagonistas de esta historia, podemos pasar a hablar de la historia en sí misma. Porque… ¿Qué ha sucedido en los últimos años? A veces, las novedades se incorporan tan rápido al día a día que no tenemos tiempo ni de evaluarlas.
¿Qué ha pasado en los últimos años? Los más jóvenes no lo recordarán, pero los que ya tenemos una edad sí recordamos ir a un local que estaba en tal o cual calle y que tenía múltiples ofertas de viajes en su escaparate.
Allí, una mujer simpática te recomendaba las mejores opciones para viajar al lugar del mundo al que querías viajar desde siempre. Y, después de una larga charla sobre las diferentes opciones y oportunidades, te daba un precio escandaloso, que perfectamente podía superar los 1000€.
Además, no tenías ningún tipo de control de calidad. Perfectamente podías llegar al destino y encontrarte con que el servicio no es tan bueno como te habían dicho… ¡Y no podías hacer nada! Tenías que tragarte con patatas ese servicio. Al fin y al cabo, estabas a miles de kilómetros de tu hogar.
Internet revolucionó esto: Permitió que los viajes se pudieran reservar online en unos pocos minutos. Además, la competencia hizo que los precios bajasen sustancialmente. Y, por último, dio a los clientes la capacidad de criticar los malos servicios (lo que hizo que éstos mejoraran, claro).
¿Qué consecuencias tiene esto?
Ahora bien, lo anterior, pese a ser bueno, también tiene algunas consecuencias negativas. La primera y más evidente es que, por supuesto, las agencias de viajes y las demás empresas que no se adaptaron a los cambios, están desapareciendo (cuando no lo han hecho ya totalmente).
A nadie le gusta saber que una empresa ha cerrado y sus trabajadores han perdido el empleo. Y eso es lo que sucede con, por ejemplo, las agencias de viaje. Y, además, seguirá sucediendo, porque internet cada vez crea más espacios nuevos para mejorar el turismo a expensas de los antiguos modelos.
Y, por supuesto, pese a que algunas de estas empresas desaparezcan, lo nuevo que surge es mejor. Así que… Mejor que desaparezcan y dejen paso a las novedades.
Como puedes ver, internet ha revolucionado por completo el turismo, tal y como lo ha hecho (también) en otras áreas. Por nuestra parte, solo podemos alegrarnos de que lo haya hecho, porque nos ha dado facilidades y reducciones de precio que jamás habríamos imaginado.