El Derecho Penal Económico es una rama del Derecho Penal que incluye exclusivamente a las conductas delictivas que cometen las empresas y sociedades mercantiles y también los delitos que perjudican a los intereses socioeconómicos del Estado.
De este modo, forman parte de este conjunto los delitos contra la Agencia Tributaria y la Seguridad Social, los delitos societarios y los socioeconómicos. Todos estos agrupan a su vez a más conductas delictivas, siendo la más extensa el apartado socioeconómico.
En los últimos años, el Derecho Penal Económico ha vivido un crecimiento muy notable debido a las reformas del Código Penal aprobadas en la última década, muy centradas en perseguir estos delitos y hacer partícipes a las empresas de este control fiscal y monetario.
Cualquier empresa, sea cual sea su tamaño, debe contar con un responsable del cumplimiento normativo penal, y esto explica la alta demanda de abogados especialistas en estos asuntos.Antonia Magdaleno Abogados es uno de estos bufetes que cuenta con gran trayectoria en la implantación de modelos de Compliance Penal y el establecimiento de controles específicos para, por ejemplo, solventar situaciones de refinanciación de deudas.
Principales delitos económicos en los que puede incurrir una empresa
La base sobre la que se sustentan los delitos económicos es siempre en engaño, pero para actuar frente a ello está el Delito Penal Económico. No obstante, es importante distinguir entre cometer un delito siendo plenamente consciente de ello o bien incurrir en una actividad delictiva por desconocer una norma.
Y como es bien sabido, el desconocimiento de las normas no implica dejar de cumplirlas. Pongamos un ejemplo muy visual, muchas empresas se han visto obligadas en los dos últimos años, como consecuencia de la pandemia, a refinanciar sus deudas para no acabar en procesos de concursos de acreedores.
En estas situaciones, la empresa no se presta de manera voluntaria a cometer un delito, sino que es la propia coyuntura económica la que le impide cubrir con sus obligaciones de pago. Para esos casos, Antonio Magdaleno es especialista en encontrar soluciones de refinanciación.
No obstante, no siempre que aparecen delitos económicos es una cuestión de olvido o desconocimiento de la norma. En ocasiones, quien busca cometer el delito es la propia empresa, haciendo partícipe del mismo a otras empresas asociadas.
El blanqueo de capitales y el fraude
Es clave conocer cuál es la voluntad de las empresas cuando pasan una situación delicada en el aspecto económico y trazar diferencias con episodios que sí son más graves, como el blanqueo de capitales.
El lavado de dinero es uno de los delitos socioeconómicos más graves. Consiste en hacer que grandes cantidades de dinero generadas por una actividad delictiva, como la financiación del terrorismo o el tráfico de drogas, parezcan provenir de una fuente legítima.
Este tipo delictivo lo cometen tanto grandes empresas como delincuentes callejeros. Ahora que está próximo el sorteo de lotería de Navidad, una fórmula sutil de hacer lavado de dinero es intentar negociar con un agraciado la compra del premio por más dinero.
Esta coyuntura parece muy atractiva para el ganador del sorteo, pues recibe más dinero del que recibiría por cobrar el premio, pero en realidad quien consigue su objetivo es el delincuente, ya que se deshace del dinero negro.
Una segunda tipología es el fraude, que es un término muy amplio donde también caben estos episodios. Por fraude se entienden actividades que involucran el uso de engaño o deshonestidad para proporcionar al perpetrador una ganancia ilegal o negar el derecho a una víctima.
Forman parte de estos supuestos las estafas con tarjetas de crédito, el robo de identidad y el fraude electrónico. Los delitos también pueden ser cometidos por una persona o por empresas.
Corporate Compliance como actitud preventiva frente a los delitos económicos
En Antonia Magdaleno Abogados lo tienen claro, la mejor fórmula que disponen las empresas para evitar delitos integrados en el derecho penal económico es a través del corporate compliance, que consiste en prácticas de actuación encaminadas a detectar riesgos operativos y legales, anteponerse a ellos y no incurrir en actividades delictivas.
Una vez detectados esos riesgos, se pueden poner en marcha mecanismos de prevención, gestión, control y reacción frente a los mismos. Al final, el compliance es un plan de prevención de delitos que pueden ejecutar hasta las pymes, pues todas las organizaciones incurren en posibilidades de cometer delitos penales o infringir ciertas normas económicas que si no solventan, acaban por resultar peligrosas para su continuidad.
La asesoría de bufetes especializados permite a las empresas ganar en tranquilidad. En estos planes de prevención se suceden pasos como la interrelación y comunicación fluida con los proveedores, para solventar actuaciones que puedan ser malentendidas o malintencionadas. Igualmente, es fundamental una evaluación continua en la que queden registradas todas las actividades de monitoreo para evitar riesgos de fraude.
Sara Dominguez