
(dpa) – Especialistas en informática detectaron nuevas fallas de seguridad en los procesadores Intel y las bautizaron Zombieload.
Estos puntos débiles pueden llevar a que los hackers puedan leer en determinadas circunstancias zonas de almacenamiento en el procesador (CPU) que en realidad deberían estar protegidas.
Intel considera de escaso a medio el riesgo de que estas vulnerabilidades en la seguridad sean aprovechadas en la práctica, entre otras cosas porque un ataque de este tipo es en comparación más complejo que el aprovechamiento de otros puntos débiles.
Para cerrar este agujero bautizado Zombieload, Intel difunde ahora unos llamados Microcode-Updates (MCU). Sin embargo, los usuarios no pueden instalarlos directamente.
Éstos formarán parte de los updates de distintos fabricantes de hardware y software con los que trabaja Intel.
A la mayoría de los usuarios la actualización, que volverá a hacer seguro su procesador, les llegará a través de actualizaciones del sistema operativo cuya rápida instalación debería ser de todos modos obligatoria.
Pero otras actualizaciones ofrecidas, como por ejemplo para el navegador, deberían cargarse directamente.
Por el Zombieload se vieron afectados muchos viejos procesadores Core-i fabricados a partir de 2011. Las únicas protegidas prácticamente desde la fábrica son las más actuales CPUs de Intel, es decir chips de la serie Core i-8000U para notebooks o de la serie Core i-9000 para desktops.