Para cualquier persona es un tanto complicado comprar zapatillas de tenis debido a la gran cantidad de marcas, modelos y estilos que se ofertan diariamente en el mercado. No obstante, para escoger el calzado correcto es imprescindible tomar en cuenta 3 factores fundamentales que tienen que ver con el uso, la superficie y la anatomía del pie.
Es decir, aunque existan miles de modelos disponibles, siempre hay unas zapatillas de tenis específicas que se adaptan perfectamente a tu cuerpo e incluso a tu personalidad.
En este artículo te explicaré más en detalle en qué características debes fijarte a la hora de adquirir nuevas zapatillas de tenis.
Para poder jugar tenis y tener buenos resultados, el calzado juega un papel esencial, ya que, las zapatillas de tenis son nuestro nexo con la pista. Por lo tanto, debe ofrecernos un agarre óptimo y una buena adaptación a las características de nuestro pie; así, podremos prevenir lesiones y molestias.
Por lo tanto, lo primero que debes preguntarte cuando vas a comprar nuevas zapatillas de tenis es en qué superficie vas a jugar.
Lógicamente, en función de la superficie en la que vayamos a jugar al tenis, tendremos que seleccionar un calzado con una determinada suela.
Cuando el tenis se juega sobre tierra batida el juego desde la línea de fondo y los grandes intercambios marcan la pauta. Los zapatos que utilicemos para jugar en esta superficie han de tener laterales muy resistentes para soportar el deslizamiento característico en tierra batida y los largos intercambios de lado a lado desde atrás. La suela debe tener un diseño especial, basado en surcos, que permita la evacuación correcta de arcilla y que no deje grandes marcas en la pista.
De la misma manera, si juegas tenis en una pista dura, el zapato apropiado para jugar en esta superficie ha de tener una suela lo suficientemente sólida como para soportar la abrasión que provoca la fricción con la pista. Una buena amortiguación también tiene que ser característica indispensable para evitar un castigo físico excesivo. Por último, la parte superior del calzado debe ser resistente, ya que así conseguiremos mayor estabilidad a la hora de desplazarnos por la pista.
Asimismo, si juegas sobre césped, el agarre a la pista ha de ser máximo para evitar resbalones innecesarios, producto de una hierba desgastada o húmeda. Por ello, el calzado para esta superficie debe proporcionarnos una buena sujeción y que, a la misma vez, no sea agresivo con la hierba.
Y finalmente si juegas en varias superficies y le das un uso muy variado al calzado, es recomendable que adquieras un calzado “allcourt”. Estos zapatos están bien reforzados por la parte lateral y te aportan una buena estabilidad.
Ahora bien, el factor anatómico que está ligado a la forma de tu pie, también es importante de tomar en consideración a la hora de elegir unas zapatillas de tenis.
Para determinar nuestra pisada, podemos hacer una sencilla prueba consistente en mojar la planta del pie y, a continuación, apoyarla sobre una superficie permeable (un papel absorbente) en la que pueda plasmarse nuestra pisada.
Resultará que tu pisada es de “pronador” si en la huella se dibuja la planta del pie completo, “supinador”, si en la huella apreciamos un espacio entre el talón y la parte delantera del pie y “neutro” que es la pisada más frecuente y se identifica cuando existe apoyo en la parte delantera, trasera y central del pie.
Para estos tres casos de pisadas, también existe un calzado de tenis específico. Si eres pronador, desgastarás la zapatilla sobre todo por la parte central, por lo que te convendrá comprar un calzado estabilizador con una suela más resistente.Si eres supinador, opta por un zapato más flexible y sin estabilizadores. El desgaste de la zapatilla se producirá, principalmente, por la parte exterior delantera y, por último, si tu pisada es neutra, puedes utilizar cualquier tipo de zapatilla. No desgastarás la suela por ninguna parte en especial.