MÚNICH (dpa) – En el coche también se come, se bebe, se fuma y se suda y todo eso deja rastros. Algunas manchas se limpian con facilidad, pero no todas.
Uno pasa al volante cada vez más tiempo y el avance del cuentakilómetros también se deja sentir en el interior del vehículo. El continuo entrar y salir ensucia las puertas y el revestimiento para los pies junto a los pedales, y en verano el sudor deja su huella en la tapicería, que también sufre cuando alguien come o bebe dentro, por no hablar de si el conductor o alguno de los pasajeros fuma.
Como todo artículo de uso, es conveniente limpiar el coche con regularidad para mantener su valor. Para la limpieza del interior existe todo un segmento comercial especializado con un sinfín de productos. Si la suciedad es pertinaz será incluso necesario contar con un especialista, aunque el propietario puede intentarlo por su cuenta con unos remedios caseros.
Sólo existe una regla de oro: no usar un limpiador muy abrasivo. Incluso el alcohol es tabú para muchas superficies, ya que el plástico o las superficies pintadas sufren manchas o mermas de color cuando se les aplican sustancias agresivas. También hay que evitar limpiadores domésticos o para el cuarto de baño. Para limpiar el interior basta un paño húmedo y un trapo.
Hay que tener especial cuidado con los elementos electrónicos o el sistema de «infotainment». Un exceso de humedad en esas partes puede tener consecuencias negativas, por lo que para esas áreas basta usar un pincel con cerdas de plástico suaves para retirar el polvo.
También conviene limpiar las lunas habitualmente, para lo que es necesario un limpiacristales normal y luego repasar con un paño seco para evitar así manchas que puedan provocar un resplandor con la luz de los coches que vienen en dirección opuesta o con el sol.
Los olores desaparecen, al menos de forma temporal, con agua de vinagre, muy efectivo y de forma ya probada en caso de vómitos. Un paño empapado en vinagre ayuda también a quitar la suciedad de las superficies. Una alternativa puede ser la espuma de afeitar, siempre que después se pase un trapo húmedo para quitar los pequeños remedios caseros usados, ya que si no, los materiales pueden verse afectados por los efectos duraderos de esas sustancias.
El tratamiento a fondo de la tapicería debería ser trabajo de un profesional porque pese a que hay manchas que superficialmente se pueden limpiar, en el tejido pueden estar impregnadas de forma mucho más profundas. Para evitar olores duraderos y que se generen bacterias, basta una limpieza en seco con espuma.
Si los asientos requieren una limpieza mayor hay que tener en cuenta que en los vehículos modernos cuentan con un alto grado de tecnología, desde airbags laterales y sensores de ocupación hasta calefacción incorporada y sistemas activos de reposacabezas.
El humo en un coche de fumador impregna todo el interior. Remedios sencillos como el agua de vinagre ya no funcionan en esos casos, sino que es necesario recurrir al profesional para una limpieza a fondo e incluso un tratamiento con ozono, que elimina las bacterias que causan el mal olor.
Por Thomas Mendle