Viajar es uno de los placeres más grandes que tiene la vida, y cuando el destino es Italia, la experiencia se convierte en una totalmente inolvidable. Sin embargo, Italia tiene miles de lugares espectaculares para visitar y muchas veces el reducido tiempo del que disponemos para vacacionar, no nos alcanza para conocer todos los sitios que deseamos. Es por ello que en “Viajes por Italia.com” encontrarás el mejor blog de sitios para visitar en Italia, con recomendaciones y diferentes opciones que te permitirán organizar tu viaje de una manera cómoda y sencilla.
Además, los preparativos antes del viaje a veces suelen ser un poco tediosos. Y entre esos preparativos nunca puede faltar esa estresante y aburrida tarea de empacar, ya que, las maletas son el accesorio fundamental de cualquier viajero. Por lo tanto, si quieres viajar a Italia, pero aún no cuentas con una buena maleta para hacerlo, te recomiendo que eches un vistazo en el enlace a esta lista de mejores maletas de viaje, en la que encontrarás una amplia gama de modelos que se adaptarán no sólo a tu estilo y personalidad, sino a tus necesidades.
De todas maneras, en este artículo te mencionaré algunos consejos para comprar una maleta que seguramente no sabías hasta este momento. Así que deja lo que estás haciendo y presta mucha atención.
No es lo mismo necesitar una maleta para 15 días que una maleta para poco uso en viajes ocasionales de fin de semana. Tampoco es lo mismo comprar una maleta para viajar en avión habitualmente que para viajar frecuentemente en tren u otros medios de transporte.
En primer lugar, al elegir entre maletas de carcasa rígida o semirrígida, no temas por la resistencia. Está comprobado que los dos tipos de material se comportan de forma parecida ante los golpes y las caídas.
Además, muchas maletas se presentan en tamaños que responden a las exigencias de las compañías aéreas. Las que tienen aproximadamente 60 litros de capacidad pueden cargar unos 20 kilos de equipaje, cifra que ronda el peso que cada pasajero puede facturar sin necesidad de pagar recargos por sobrepeso. Lo ideal es que la maleta sea a la vez resistente y ligera. Fíjate en la composición de los materiales. El policarbonato, por ejemplo, forma parte de la carcasa de algunas maletas rígidas y ofrece buenos resultados: es ligero y tiende a deformarse más que a romperse, recuperando la forma si se presiona con fuerza desde el interior de la abolladura.
Por otro lado, debes comprobar la facilidad con que se guarda y se despliega el mango telescópico de la maleta, por ello es recomendable que antes de comprarla, camines por la tienda con la maleta como lo harías normalmente. Si el mango es muy corto, es más fácil que te estorbe al caminar.
Igualmente, los modelos de cuatro ruedas pivotantes se están imponiendo a los de dos ruedas. Prueba a arrastrar una maleta de cada tipo porque es una cuestión de gustos. Puedes comprobar en la página web del fabricante si hay repuestos de las ruedas o se dan direcciones para una eventual reparación.
Y por último es también recomendable que inspecciones el interior de la maleta. Si tu prioridad es llegar con la ropa bien planchada, es conveniente que una de las paredes de la maleta sea plana y que haya suficientes correajes para inmovilizar la ropa.
Incluso, si vas a transportar algo que no puede mojarse bajo ningún concepto, mételo en una bolsa de plástico, ya que, gran parte de las maletas filtra agua cuando se exponen a la lluvia por mucho tiempo.