Hablar de acumuladores de calor de bajo consumo y de sus ventajas es hablar, directamente, de cómo estos aparatos logran potenciar el ahorro doméstico en lo que a calefacción se refiere. En la actualidad, resultan ser los productos más modernos y eficientes para la mayoría de los hogares, de modo que su elección primaria es casi una decisión lógica.
Más allá del diseño, del funcionamiento o de las propiedades de cada uno de estos aparatos, los acumuladores de calor bajo consumo son electrodomésticos muy interesantes en el campo de la calefacción doméstica, sobre todo en estancias pequeñas y medianas, donde se evidencia aún más el potencial de ahorro que generan.
¿Cómo se ahorra con un acumulador de calor de bajo consumo?
El ahorro en términos de energía eléctrica, y por tanto, de dinero en la factura de luz, se produce de distintas maneras que, combinadas, permiten asegurar que se trata de una de las mejores maneras de mantener el confort térmico de un hogar en las estaciones frías.
- Carga de energía en horarios de tarifa reducida: los aparatos de calefacción tienen la fama de ser los que más energía consumen en un hogar, y eso era cierto hasta hace pocos años. Actualmente, un acumulador de calor de bajo consumo es ideal para un hogar porque programará sus cargas de energía en los horarios en los que dicho recurso es más barato. De esa manera, solo en ese detalle, se ahorrará entre un 25% y un 50% del gasto durante toda su vida útil.
- Poca pérdida de calor: la retención de calor de las piedras refractarias modernas es muy elevada, al tiempo que la gestión de la temperatura de los modelos de reciente fabricación permiten que se pierda muy poco calor -o energía-. Dicho esto, climatizar una estancia o un hogar completo con una carga será posible, lo que supone también un ahorro por eficiencia en la gestión del recurso.
- Gestión remota y centralizada: si de gestión se habla, es tiempo de hablar de la tecnología integrada, que facilita la configuración y las modificaciones que sean necesarias, lo que puede contribuir a que se ahorre más energía y dinero, siempre y cuando lo decida así la persona de acuerdo al confort percibido en la estancia.
- Bajo mantenimiento: estos aparatos son compactos y de alta tecnología, teniendo un funcionamiento óptimo durante años, con muy bajo mantenimiento. Eso también debe considerarse dentro del ahorro, porque aunque no relacionado con la factura de luz, es un gasto que se dejará de hacer -y que sí debería hacerse en otras alternativas de calefacción comunes-.
Elegir el acumulador de calor adecuado
Elegir el producto adecuado es una mezcla de conocimiento sobre las necesidades de climatización de una estancia o de un hogar, de las medidas, de las condiciones de eficiencia energética del inmueble, y de contar con distribuidores como MatelClima, donde están las mejores marcas y los modelos de más alta tecnología y eficiencia de cada una de ellas.
Hacerlo de esa manera es la forma más segura de garantizar el ahorro con un acumulador de calor de bajo consumo, ya que no siempre se produce, incluso, cuando se eligen modelos de bajo consumo de marcas menos conocidas o en distribuidores que no son especializados. Esto, aunque parezca alejado de la idea inicial, también repercute en el ahorro, porque se estaría comenzando con el pie derecho, decidiendo de la mejor manera posible, por un producto que por características, capacidades o cuestiones técnicas inherentes a la marca o modelo, se adapte fielmente a las necesidades de climatización de un hogar.
En la actualidad la competitividad ha permitido que los acumuladores de calor sean cada vez mejores y más económicos, siendo actualmente una opción preferente desde lo económico, desde el ahorro energético, desde el formato -son compactos y fáciles de instalar-, pero también desde la comodidad de una gestión mucho más fácil, intuitiva y moderna.