Johannesburgo/Arjeplog, 27 may (dpa) – Amanece en algún rincón de Sudáfrica. Un convoy de una docena de autos camuflados avanza a alta velocidad por autovías solitarias y rústicas rutas de ripio. En medio del calor en ciernes levantan nubes de polvo. Cada tanto se detienen. Los pilotos descienden, enchufan sus ordenadores al sistema electrónico de a bordo, cambian algunas configuraciones, dan lectura a un par de datos y retoman la marcha. ¡Bienvenidos al testeo secreto de los prototipos de las automotrices!
Frío polar, calor sofocante del desierto, tramos de gran exigencia de manejo… Antes de llegar al mercado, los autos son probados recorriendo millones de kilómetros en una gran variedad de paisajes del mundo. ¿Por qué en condiciones tan extremas?
Porsche pone a prueba al nuevo Cayenne Hybrid en una región agreste en las cercanías de Johannesburgo. Volkswagen lanza sus prototipos a soportar el calor extremo en la frontera con Botswana. «Se trata entre otras cosas de realizar las pruebas en regiones apartadas, lejos de la vista del público», dice Frank Welsch, jefe de desarrollo de Volkswagen. Es que se busca mantener el misterio sobre los nuevos modelos hasta último momento.
«Por otro lado se busca testear a los prototipos en condiciones extremas», agrega Welsch. Si la nueva tecnología resiste esos «tours de force», serán casi indestructibles en las confortables rutas de la civilización urbana, dice el ingeniero alemán, mientras se seca el sudor mezclado con polvo en medio de la sabana africana.
Dos o tres meses más tarde vuelven los mismos pilotos de prueba a tomar el volante de los prototipos, pero esta vez con vestimenta térmica. Cumplen la siguiente etapa del período de pruebas sobre el hielo ártico de Arjeplog, en Suecia, o bien en las autopistas congeladas de Alaska.
«Acá en el norte polar realizamos la programación y verificación de los sistemas de asistencia al conductor, de las regulaciones de la dinámica de manejo y de la durabilidad bajo condiciones extremas», señala uno de los desarrolladores de Mercedes. El sur de África y el norte de Escandinavia son sólo los puntos extremos de un programa de pruebas global que dura tres años antes de lanzar un modelo a la venta, dice Koert Groeneveld, portavoz de Mercedes.
La gira de pruebas comienza bajo el mayor secreto en tramos apartados de la visión pública y prosiguen luego con llamativos camuflajes en las calles públicas de grandes ciudades. Los prototipos deben ser probados tanto en la hora punta del tráfico de Los Angeles como al calor del desierto de Dubai, en las curvas y túneles de los Alpes como en el exigente circuito de la Nordschleife, el trazado norte de Nurburgring.
Incluso los pesados todoterreno y los autos de lujo tienen que acelerar a fondo en la famosa pista de carreras alemana. Pero no se trata tanto de marcar un nuevo récord de vuelta, sino de cumplir una prueba de resistencia. «Cada kilómetro de Nurburgring representa una exigencia equivalente a diez kilómetros en una ruta común», explica Mike Cross, piloto de pruebas de Jaguar. «Así podemos poner a prueba la vida útil de un auto, con todos los sistemas en funcionamiento.» Si resisten frenos, refrigeración y demás componentes en la Nordschleife, puede asegurarse que no tendrán problemas en una autopista normal.
La durabilidad y la seguridad son puestas a prueba también en forma virtual con simuladores que tienen almacenados los datos de las pistas de testeo reales. Estos ensayos virtuales permiten incluso en ocasiones una mejor comparación de las performances de los prototipos.
Pero también existe una componente de marketing en los tests de prototipos, según el economista especializado en industria automotriz Stefan Bratzel: «Hay una puesta en escena mediática de este cuidado por el último detalle, para una puesta en valor del nuevo producto.»
Por Thomas Geiger (dpa)