(dpa) – Los llamados patrones oscuros están muy extendidos y son cada vez más utilizados por empresas de todos los tamaños. Según el resultado de un estudio encargado por la Comisión Europea, en el 97 por ciento de los sitios web y las aplicaciones más populares de la Unión Europea hay al menos un intento de influir en la decisión de los consumidores mediante trucos psicológicos o elementos de diseño manipuladores.

Las categorías de patrones oscuros más frecuentes fueron la información oculta o falsas jerarquías, las opciones preseleccionadas, crear sensación de inmediatez, las cancelaciones difíciles y los registros forzados.
Un ejemplo clásico: cuando se selecciona qué cookies permitir, la opción con menos privacidad suele aparecer resaltada y con un fondo de color, mientras que el botón para una mejor protección de los datos a menudo pasa desapercibido.
Mientras que los temporizadores de cuenta regresiva y los avisos de supuestos límites de tiempo están muy extendidos en las plataformas de comercio electrónico, los patrones oscuros de urgencia se encuentran sobre todo en los sitios web y en las aplicaciones para la salud y el fitness.
Según el estudio, la capacidad del consumidor medio para reconocer el uso de estas prácticas es «bastante limitada», lo cual es muy preocupante, ya que los patrones oscuros y la personalización manipuladora pueden causar perjuicios económicos, pérdida de autonomía e intimidad, estrés y daños psicológicos. Igualmente alarmantes son los efectos adversos sobre la competencia, la transparencia de los precios y la confianza en el mercado.
El estudio analizó los 45 sitios web y las 30 aplicaciones que generan más tráfico en Internet en los 27 Estados miembros de la Unión Europea. Este estuvo flanqueado por experimentos conductuales que examinaron las reacciones neurofisiológicas y psicológicas a las prácticas desleales, así como sus efectos en la toma de decisiones.
El primer experimento conductual se realizó en laboratorio con 120 participantes en Italia, Alemania y España. El segundo experimento fue en línea con 7.430 participantes en seis países de la Unión Europea: Bulgaria, Alemania, Italia, Polonia, España y Suecia.
Estos dieron como resultado el hecho de que prácticas tales como la «información oculta», el «juego con las emociones» y el «juego con las emociones en combinación con la personalización» pueden ciertamente influir en las decisiones y anular las preferencias originales. Según los expertos, las personas mayores y las de menor nivel educativo se vieron especialmente afectadas.
Además, prosiguen los responsables del estudio, los experimentos demostraron que las ventanas emergentes (como ejemplo de una «acción forzada en relación con la personalización») aumentaban el ritmo cardíaco de los participantes y a menudo provocaban frustración. En general, sin embargo, no hubo pruebas suficientes de que los efectos neurofisiológicos de los patrones oscuros en los consumidores fueran significativos.