(dpa) – Si uno recorre los stands de la feria del mueble IMM de Colonia (Alemania) quedará sorprendido por no ver prácticamente ninguna cocina. Sólo hay mesas, barras rebatibles y alacenas. Pero si uno abre alguna de esas puertas encontrará todo lo necesario para preparar una buena comida.
La cocina no deja de ser un punto de reunión familiar y un «centro de abastecimiento», pero las propuestas actuales tienden a plantearla como un ámbito totalmente distinto. Dos tendencias claras que se delinean en estos nuevos diseños:
– La cocina pasa a ser un espacio de estar
La nueva tendencia consiste en proponer muebles de cocina que parezcan diseñados para una sala de estar. Los armarios pueden tener vitrinas con vidrio y estantes abiertos donde se luzcan las copas, los platos, los condimentos y la colección de cuchillos. Al mismo tiempo, las nuevas cocinas ocultan todo lo que no es demasiado decorativo o lo que recuerda al trabajo que da esta actividad cotidiana. La compañía Pocelanosa incluso «esconde» las hornallas colocando una tabla de piedra encima de la cocina propiamente dicha.
En general las hornallas no se colocan en sitios visibles. De por sí están de moda las cocinas completamente de negro, y dentro de ese horizonte las cocinas que son del mismo tono no saltan a la vista, se funden con el resto de los muebles. Los extractores suelen quedar disimulados sobre una isla, por ejemplo, como si fuesen únicamente lámparas de decoración.
Es más: los nuevos diseños permiten tapar la bacha de la cocina cuando uno no la utiliza. Los grifos pueden plegarse y colocarse debajo de la superficie de trabajo. Y también existen «escondites» para estantes o barras que se extraen únicamente cuando uno las necesita.
Los electrodomésticos también desaparecen de las superficies y sólo salen en caso de necesidad. Esta necesidad de evitar objetos de más en el espacio incluso ha llevado a diseñar puertas «que al estar totalmente abiertas se encuentran plegadas a un costado del armario, de modo de no estar obstaculizando el paso», explica Volker Irle, del grupo de trabajo La Cocina Moderna.
– La cocina pasa a ser el centro de la casa
Las cocinas siempre fueron un espacio de reunión dentro de un hogar, pero ahora además pasan a ser el centro del diseño general. Hay diseñadores como Alfredo Häberli que van en dirección totalmente opuesta: prefieren que los muebles de cocina ocupen espacio y sean centro de atención. En su propuesta «Future Kitchen», exhibida en la feria de Colonia, el comedor es «la cocina social». «Para mí la cocina sigue siendo el alma de la casa, el fogón que reúne a todos», explica.
De todos modos, en su propuesta tampoco se ven electrodomésticos y se presenta una versión futurista, es decir, lo que podría llegar a ser una cocina en cinco años y presenta, por ejemplo, hornallas que en el futuro podrían ser trasladables de un rincón a otro de la cocina. O al centro de una isla, para que la familia o los amigos puedan sentarse alrededor.
«Es que cuando mi familia se reúne, todos hacen algo juntos en la mesada. O cuando mi mujer cocina con sus amigos, todos están de pie conversando sin parar alrededor de las ollas», observa el diseñador de Zúrich que, además, fusiona espacios y concibe todos los ambientes como una unidad.
Por Simone A. Mayer (dpa)