Turismo de Barcelona ha inaugurado este miércoles el Punto de Información de enoturismo y vinos en el Mirador de Colom, un espacio en el que pretende hacer difusión de las denominaciones de origen y las bodegas de la provincia.
El director general de Turismo de Barcelona, Jordi William Carnes, ha afirmado durante la presentación de este espacio que el objetivo es aprovechar que un 40% de los turistas que visitan Barcelona son repetidores y hay que darles a conocer otros atractivos del entorno de la ciudad.
En el punto de información de enoturismo se hace promoción de las cuatro denominaciones de origen de la provincia –Penedès, Pla de Bages, Alella, y DO Cava– y se comercializan hasta 70 referencias diferentes.
El diputado de Turismo de la Diputación de Barcelona, Miquel Forns, ha señalado que la intención es convertir Barcelona y su entorno en un destino de enoturismo reconocido internacionalmente.
El Mirador de Colom recibe cada año más de 130.000 usuarios y aloja un punto de información turística que anualmente comercializa 65.000 servicios vinculados a la oferta de cultura y ocio de Barcelona.
‘BARCELONA WINE’
Durante la inauguración de este espacio se ha presentado también el libro ‘Barcelona Wine’, de Lluís Tolosa, coeditado con la Diputación, que ofrece una selección de 50 visitas recomendadas en torno a la cultura del vino.
Tolosa ha señalado que el objetivo es «posicionar a Barcelona como capital de un país de vinos», y ha puesto de manifiesto que en un radio de menos de una hora hay en torno a 300 bodegas y, en dos horas, 600.
Ha subrayado que esto supone que Catalunya tiene una de las mejores ofertas de enoturismo del mundo, comparable a Napa Valley (Estados Unidos) y Alsacia (Francia), aunque acoge a muchos menos visitantes que estos otros destinos.
Ha considerado que los retos en Catalunya son aumentar el número de visitantes –ha comparado Napa Valley, con ocho millones de visitantes anuales, con el Penedès, con 450.000–; la facturación –el gasto medio en las bodegas catalanas es de diez euros y en Alsacia de 90–, y la estancia media, porque ha destacado que el enoturismo ofrece una «oportunidad de negocio brutal».