
(dpa) – Hace unas semanas había pocas novedades para ver en el Salón del Automóvil de París. Pero para la última exposición del año, el LA Auto Show en Los Angeles, se hace presente hasta el 9 de diciembre un clima optimista pleno de nuevos modelos. Eso sí, pone a la vista también la profunda grieta que atraviesa el rubro automotor en el camino desde la tradición hacia nuevos tiempos. Difícilmente podría imaginarse contrastes más fuertes que los expuestos en el Staples Center del Downtown de la urbe californiana.
La estrella indiscutida del LA Auto Show es el nuevo Porsche 911, que sale a la venta en su octava generación en la próxima primavera boreal a precios que parten de los 120 000 euros. Es más potente, más veloz y más digital que su predecesor, pero en el fondo sigue siendo el mismo. El diseño exterior es solamente una evolución a partir de lo que ya existía, al igual que el interior, que resulta relativamente familiar a los amantes del Porsche, a pesar de sus grandes pantallas.
Tampoco cambia mucho en la motorización. Sigue siendo un bóxer de seis cilindros, combinado ahora con un filtro de partículas, que entrega 331 kW/450 CV de potencia. La tantas veces anticipada motorización híbrida no es por el momento tema de actualidad para Porsche, asegura el jefe del desarrollo del Porsche 911, August Achleitner.
Si el Porsche 911 es el representante fiel de la mejor tradición, aparece el prototipo E-Tron GT de Audi como el polo opuesto, el de la visión de futuro. En dos años deberá salir el Gran Turismo de la producción en serie, anticipa el jefe de diseño Marc Lichte. Cuenta con dos motores eléctricos que suman 434 kW/590 CV. Con su capacidad de acumulación de energía de 90 kWh tiene más de 400 kilómetros de autonomía. Acelera en 3,5 segundos de 0 a 100 km/h, en el mismo nivel de performance del Porsche 911, que se toma 3,4 segundos. Sólo está en desventaja en la velocidad máxima: el 911 llega a 308 kilómetros por hora, el Audi eléctrico sólo a 240, limitada para no devorar autonomía.
Otra pareja despareja es la que forman en Los Angeles las estrellas del segmento de las pickups. Por un lado está el nuevo Jeep Gladiator, la versión utilitaria del tradicional Wrangler. Y por el otro el Rivian R1T, que será fabricado en serie por una startup a partir de 2020. El Jeep es impulsado por sus poderosos motores V6 en versión a gasolina o diésel, en tanto que los Rivian están equipados con motores eléctricos. Aun así tienen una autonomía de más de 600 kilómetros y ofrece una gran capacidad de carga, no sólo en la parte trasera, sino también en el sector frontal y debajo de los asientos.
Pero la brecha más notoria entre presente y futuro se vive dentro mismo del mismo stand de BMW, entre el nuevo X7 y el iNext. Ambos son SUVs grandes y lujosos, destinados a sectores acomodados. Sólo que el X7 anda con motores de combustión interna de hasta ocho cilindros en V y tiene un consumo mínimo de 6,5 litros. El iNext, en tanto es de propulsión puramente eléctrica, con la que tiene una autonomía de más de 600 kilómetros, y además puede circular con manejo en buena medida autónomo.
A pesar de sus diferencias conceptuales y técnicas, aparecerán en el mercado cerca uno del otro. El X7 podría salir en serie ya en 2019, el iNext en 2021.
hay otras novedades en Los Angeles que sin dejar de ser convencionales presentan algunas características singulares: el Mazda3 muestra en su cuarta generación no sólo un diseño más audaz que la mayoría, sino que apuesta con el primer motor diesotto instalado en un auto en serie a que la combustión interna tiene futuro aún: el motor a gasolina con el encendido a compresión del diésel lograa un ahorro de combustible de hasta el 30 por ciento.
La tercera generación del Kia Soul atrae por su parte la curiosidad del público, en particular del europeo, que sólo lo podrá adquirir en versión eléctrica.
Dos estrenos alemanes parecen adaptados al eterno sol californiano: la versión renovada del Mercedes AMG GT y el BMW Serie 8 convertible.
Por Thomas Geiger (dpa)