(dpa) – Los cambios de estación, sobre todo cuando se pasa de una cálida a una más fría, son complicados: por la mañana hace calor y a la noche refresca. Si no se toman ciertos recaudos, es fácil resfriarse.
Por ejemplo: Si los pies están fríos por un periodo largo por no usar el calzado adecuado, el cuerpo debe usar mucha energía para calentarlos. Esta fuerza le es restada al sistema inmunológico a la hora de combatir virus y bacterias. Por eso, los médicos recomiendan vestirse en estas épocas con capas como la cebolla. Siempre es más fácil quitarse un suéter si se tiene calor que pasar frío.
Además, es importante mantener una alimentación equilibrada. Las verduras y frutas frescas aportan al cuerpo importantes nutrientes y eso permita que sea más resistente a las enfermedades.
Otro aspecto importante es moverse y salir al aire libre, ya que esto fortalece el cuerpo. Por otra parte, en los espacios abiertos circulan menos gérmenes que en los cerrados.