(dpa) – Los remedios caseros son utilizados para muchas cosas, pero el cuidado de los automóviles de cara al invierno incluye productos tan diversos como el talco para bebés, alcoholes metílicos, sal de mesa y hasta nueces, según señala el club automovilístico alemán AvD (Automobilclub von Deutschland).
Estos productos, además, resultan mucho más baratos que los tratamientos especiales que se suelen aplicar habitualmente y que hay que comprar en tiendas especializadas.
El alcohol metílico diluido en agua sustituye a la perfección los líquidos limpiadores que se venden en los supermercados para limpiar el interior de los cristales de los automóviles. Esta limpieza es necesaria, ya que sobre su superficie se deposita frecuentemente una fina capa de residuos debido al aire acondicionado y la ventilación que funciona durante el verano.
El consejo de AvD es que no hay que dejar que ninguno de los dos productos se sequen por sí solos, sino que inmediatamente después de la aplicación se debe secar con un trapo limpio, que sea absorbente.
Las nueces evitan que se empañen los cristales
Durante el invierno es muy importante una visión clara a través de los cristales, ya que son los meses más oscuros del año. Mantenerlos limpios ayuda a reducir los deslumbramientos producidos por los faros de otros coches. Los cristales limpios también se empañan con menor facilidad.
También se puede evitar que los cristales se empañen depositando en el espacio reposapiés del pasajero de delante unas nueces envueltas en un trapo de lino. Según AvD, un cuenco pequeño con sal común proporciona el mismo resultado. La alternativa es un deshumidificador de aire, que se puede encontrar en una tienda especializada.
El talco para bebés previene la congelación en las puertas
Hay otros trucos caseros que proporcionan los mismos resultados que los productos de limpieza para automóviles, más caros, y que son importantes para el cuidado del automóvil durante el otoño.
Para mantener la flexibilidad de las gomas del marco de las puertas, se puede aplicar glicerina con un paño o espolvorearlas con talco para bebés. Este truco reduce la humedad en una zona del vehículo que puede llegar a congelarse cuando se producen heladas.