Definitivamente sí, los regalos corporativos que utilizan las marcas como medio de promoción y publicidad son realmente efectivos, pues crean un método de comunicación continuo entre una empresa y sus consumidores. Por un lado, con estos artículos se consigue atraer la atención de los clientes potenciales o reales, fomentando el posicionamiento de marca en el mercado, por otro.
Esta herramienta consigue ser tan eficaz en el posicionamiento de una marca porque es mucho más fácil para los usuarios recordar una empresa que les regaló un producto, sobre todo si este además les resulta útil en su día a día.
En este sentido, la industria de los regalos de empresa es una de las más versátiles e innovadoras y ayudan a que las empresas den una buena imagen y se instalen en la memoria de los consumidores positivamente. Buena muestra de ello es la tienda de regalos, Promoregalo, que encontrarás tras el enlace referenciado.
A nadie le queda ya ninguna duda de que los regalos promocionales sirven para estimular las ventas de un producto, que es al final de lo que se trata. Para campañas promocionales en ferias, en los stands que presenten las distintas empresas no pueden faltar estos detalles personalizados con el logotipo de la empresa para obsequiar a los visitantes.
Estos obsequios son mucho más efectivos que los folletos informativos que, en numerosas ocasiones, acaban tirados en la papelera más cercana sin ni siquiera ser leídos. Sin embargo, ofreciendo algo útil, el logotipo de tu compañía acabará en las vidas de los visitantes, pues se lo llevarán a casa impreso en el obsequio.
¿Cómo elegir el regalo corporativo perfecto?
Ya hemos visto la gran importancia y el papel fundamental que desempeñan los regalos corporativos para posicionar una marca y que esta esté presente en nuestros clientes. Pero, ¿cómo se elige el regalo perfecto? Sigue leyendo y encontrarás útiles consejos que te ayuden a definir cuál es el regalo perfecto para que tu empresa deje huella.
Hay que saber aprovechar este obsequio que ofrecemos como estrategia de publicidad para dar a conocer nuestra marca de manera creativa y discreta. Por un lado, es una forma de hacer ver nuestro logo o slogan corporativo y, por otro lado, de hacer sentir importante a la persona que lo recibe.
Nuestro primer consejo para acertar de lleno con el detalle que vayas a ofrecer finalmente es que elabores una lista de opciones, y lo mejor para ello es que fijes de antemano el presupuesto. En base a él, piensa en a qué tipo de público va dirigido, qué uso te gustaría que tu cliente le diese, qué quieres comunicar… Por ejemplo, aparte de plasmar el logo sin más, es una buena idea que los regalos corporativos lleven un slogan o una frase que resuma los valores de tu empresa o alguno de ellos.
Cuando tengas hecho este listado, verás cómo te ayuda a conceptualizar todas las ideas y, además, tendrás más claro cuál es el objetivo específico que quieres conseguir con estos obsequios.
Nuestro segundo consejo es, quizás, el más obvio de todos, y al que menos cuenta se suele prestar. Es muy sencillo: regala solo lo que a ti te gustaría recibir. No regales algo que no querrías para ti, porque lo más probable es que acabe arrumbado en un cajón y finalmente en la basura, con lo que toda la inversión que hayas hecho, ya sea grande o pequeña, habrá sido una auténtica pérdida de dinero y tiempo invertido.
Mary Steffel, profesora de Marketing de la Universidad de Cincinnati demostró mediante varios experimentos que si elegimos el regalo como si fuera para nosotros mismos escogeremos la mejor opción de entre todas las que se nos presenten.
Uno de los mejores consejos a este respecto es pensar en lo que usamos en el día a día, pues no hay nada mejor para ganarte un hueco en las vidas de tus clientes que regalarles algo útil, y no hay nada que nos guste más, que recibir que regalos prácticos. Si además de eso, es duradero y tiene un diseño atractivo, mejor que mejor.
De hecho, el aspecto del diseño está tomando mayor relevancia actualmente a la hora de decidir que regalo de empresa vamos a realizar, debido principalmente a que vivimos en una sociedad muy preocupada por la imagen y cada uno de nosotros queremos ofrecer nuestra mejor versión de nosotros mismos.
Así, por poner un ejemplo, si se regala un paraguas, que a priori puede ser un obsequio excelente para la temporada de invierno, útil, práctico y duradero, pero el diseño es demasiado llamativo, tal vez porque en ese momento nos centramos en resaltar la marca, exhibiendo un gran logo, y no pensamos en el cliente que debe portarlo, es muy probable que, si tenemos un público algo convencional, el paraguas nunca llegue a salir de casa.