Los latinos, y entre ellos los españoles, tenemos fama de coquetos. Pero, ¿cuánto de cierto hay en ello? ¿Se trata de uno de esos tópicos demográficos o hay algo de realidad? Los datos del último estudio llevado a cabo por la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (STANPA), parecen avalar la veracidad de esas afirmaciones.
Según revelan, los españoles gastamos por encima de la media europea en productos de belleza y cosmética. Tal es así, que incluso las industrias españolas destinadas a la investigación y el desarrollo de estos productos también se encuentra entre las más potentes del continente europeo.
STANPA integra a 270 entidades que representan a más de 400 de las empresas nacionales de perfumería, cosmética y productos de cuidado personal. Según su estudio, el potencial productor español es tal que el volumen de exportaciones de la industria aumentó un 8,6% en 2015, año en el que la recuperación del mercado nacional aún era incipiente. Estos datos convierten a España en el sexto exportador a nivel mundial de este tipo de productos, y el quinto en demanda en Europa.
Cosmética y perfumería, los más demandados
Los españoles dedicamos cada vez un mayor presupuesto a los productos de cuidado personal y de la apariencia de la piel, según confirman los datos del estudio. Así, productos como las cremas corporales, maquillajes, sombras de ojos y pintalabios están entre los más demandados por las mujeres españolas.
Otro de los productos que comienza a ganar cada vez más peso en la cesta de la compra de productos de belleza son los pintauñas y tratamientos de mejora de estas. Pintar(se) las uñas está de moda. Y no solo entre las mujeres de mayor edad para quienes este ritual de belleza ha formado parte de su rutina personal durante décadas. Cada vez son más las adolescentes y jóvenes que llevan las uñas pintadas.
Sin embargo, las tendencias que este grupo poblacional impone son muy distintas al clásico estilo francés de uñas de porcelana. Frente a esto, la última moda está en el diseño de uñas decoradas. Tal es así, que hay incluso certámenes de creatividad y las grandes ferias atraen cada vez a más jóvenes artistas. Esta realidad tiene su traslación en estas jóvenes consumidoras que ven pintarse las uñas como una nueva vía para expresar y reafirmar su personalidad.
Junto a estos productos de cuidado personal, el cuidado del cabello y el consumo de perfumes también están al alza en España, según confirma STANPA en su estudio. En cuanto a los primeros, destacan los tintes de pelo como uno de los productos estrella; en concreto los tintes elumen que son tintes de fantasía permanentes han sido todo un boom, según las asociaciones de centros de belleza.
Los hombres también se cuidan
El 50 por ciento de los hombres reconoce abiertamente que utiliza productos cosméticos para el cuidado de su imagen personal. En el último decenio hemos asistido a la homogenización de los tratamientos de belleza. Si hace 30 años, las tiendas y marcas de cuidado personal tenían un target muy concreto personificado por las mujeres, a día de hoy su nicho de negocio está más enfocado a la captación de hombres.
Un dato revelador: en 1990 tan solo el 4 por ciento de los varones confirmaba el uso de lociones y cremas para después del afeitado. Ya a comienzos de 2001, el número de hombres que afirmaban cuidar su piel, su vestimenta y su imagen personal ascendía a más de un 20 por ciento.
La Asociación Española de Cosmetólogos y Cosmiatras expone un nuevo perfil del hombre que se cuida: joven de entre 15 y 24 años que comienzan a interesarse por cuál es la imagen que transmite, y un segundo grupo poblacional encarnado en los mayores de 45 años. Estos centran su atención no tanto en su piel, en sus manos o en seguir las modas y tendencias de estilo sino en los habituales problemas de calvicie.
La demanda de tratamientos para la caída del cabello se ha multiplicado exponencialmente en los últimos años. Los expertos inciden además en que ya no son solo los hombres de mediana edad quienes se preocupan de estar radiantes todo el año, sino los jóvenes que debido a una herencia genética traumática comienzan a perder pelo en la veintena y buscan soluciones para seguir enamorando a todos con el cabello tupido.
Los españoles gastamos de media, 139 euros en este tipo de productos de cosmética y belleza personal al año. El sector del cuidado personal, en el que se engloban empresas de investigación y producción de perfumerías y cosmética, los salones y centros de belleza y las farmacias, emplean de forma directa e indirecta a más de 200000 empleados.