Adentrarse en los entresijos de la preparación de una boda es comenzar a visualizar una interminable lista de cosas por hacer para que todo funcione como debe, para una boda se necesita tiempo, paciencia y lo más importante «los detalles», y que mejor detalle para un día tan señalado que apostar por los sobres kraft boda.
Más allá de una pedida en condiciones que toda pareja se merece, llega el momento de comunicarlo a la familia y amigos y, con ello, de dar la invitación para que sean ellos los que acompañen a los contrayentes en el día que está llamado a ser uno de los más importantes de su vida.
¿Cómo se llevan las invitaciones de boda en pleno siglo XXI?
Es interesante echar un vistazo a las invitaciones de otras épocas, donde la formalidad era una obligación y prácticamente eran los padres de los novios quienes hacían la lista de invitados, para muchos pensar en ello es viajar directamente a un pasado que, por suerte, ha quedado ahí, relegado a un recuerdo.
Hoy los novios buscan personalizar al máximo todo. Desde la invitación hasta incluso el sobre. Se busca que hable de ellos mismos, de lo que les une y de lo que desean compartir con sus allegados.
Diseños encargados a verdaderos diseñadores, que hablen de esa pareja, que tengan detalles que les definen de forma individual pero también como proyecto de vida conjunta suele ser la clave para sorprender.
Imágenes, textos que bien parecen un cuadro de lettering por su dedicación, frases que significan algo para ellos pero que también pueden servir de inspiración para quien las recibe…un lenguaje mucho más coloquial que formal y con ese toque de picardía y humor que caracteriza a los jóvenes.
Además, si hay algo que ha cambiado es también el sobre en el que se envía. La tendencia, sin duda, son los sobres Kraft boda gracias a la cantidad de opciones que ofrecen y que pueden combinar con la invitación en sí.
¿Qué dice un sobre a quién le llega?
Un sobre es el primer contacto con las noticias al abrir el buzón. Mientras que los bancarios apenas ilusionan, recibir un sobre en el buzón con personalidad, con la dirección escrita a mano y un remite conocido, siempre es una ilusión extra. Y más cuando trae consigo buenas noticias como es el caso que ocupa.
De colores, con cordeles, con un dibujo específico o algo tan llamativo como un “Reserva la fecha” pueden ser el gran acierto de la presentación.
Imaginar la cara de los familiares y amigos al recibirlo y la sorpresa y alegría que se llevarán no tiene precio. Cuidar ese tipo de detalles, desde el principio, es lo que de verdad marcará una boda especial, personalizada y que conquiste a quienes acudan como testigos a sellar el principio de un proyecto de futuro común de sus seres queridos.
Aunque sorprenda, el sobre reconocible será un gran recuerdo para quienes lo guardan en sus cajones. Cada vez que lo vean, recordarán abrir el buzón y el día tan especial de la boda. No hay que dejarlo al azar.