Viajar por Asia es quizás una de las aventuras más interesantes que jamás hayas vivido y si te gusta mochilear, este continente es el lugar ideal para ti. Es verdad que los viajes con itinerario son un poco más cómodos, pero, nada es mejor que ser capaz de quedarte un día porque todavía no has visto todo y tienes la libertad para decidir cuándo terminar tu visita.
Si te anima la idea de conocer Tailandia en 15 días a tu propio aire, si te apetece visitar Vietnam en 15 días, o cualquier otro destino asiático, hay algunas rutas que te podrán servir de guía para descubrir el sudeste asiático de la manera más completa posible, sin dejar nada importante por fuera.
Si empezamos por Tailandia, la planificación de una ruta es un poco más difícil que para otros países en Asia porque este país tiene innumerables sitios que conocer. Sin embargo, Bangkoke s el punto de partida de la mayoría de los mochileros que viajan a través de Tailandia, o a través de Asia en general. Es una ciudad caótica, pero hay mucho que ver y hacer. Además, es un buen lugar para conocer a otros viajeros.
Igualmente, es recomendable que visites el maravilloso Templo Blanco de Chiang Rai, ya que, es sin duda el templo más asombroso y estrafalario de Tailandia (y puede que del mundo).Asimismo, si te apetece comprar en un mercado tailandés, el mercado de Chatuchak realmente es lo que necesitas porque allí encontrarás auténticas rebajas, así como antigüedades.
También puedes optar por la sencillez de isla Koh Samet o por la isla de Chang, en la que encontrarás un sinfín de actividades relacionadas con el turismo sostenible. Se trata de playas de arena en las que reina la tranquilidad. Koh Tao es un destino popular entre las familias y cada año aumenta el número de buceadores que se atreven a sumergirse en sus aguas, convirtiéndose así en uno de los mejores destinos del sudeste asiático para bucear. Y si quieres dejar atrás todo el estrés de las grandes ciudades, escápate al Parque Nacional Koh Chang Marina en KohMak, donde podrás relajarte y olvidarte de todos tus problemas.
Por otro lado, si haces una ruta por Vietnam, no puedes dejar de recorrer el barrio antiguo de Hanói. Mientras caminas por esta zona comercial con miles de años de vida te cruzarás con vendedores ambulantes y puestos de comida callejera en los que los vietnamitas, sentados en pequeños bancos de plástico de colores, devoran cuencos de fideos mientras ven la vida pasar. Descubrirás a los verdaderos artesanos mientras llevan a cabo su trabajo, todos repartidos en calles según el oficio que desempeñan. La mezcla entre lo asiático y lo francés, por influencia de su pasado colonial, aparecerá escondida en los rincones que menos esperas. Y acabarás envuelto por un ambiente que te cautivará sin que siquiera seas consciente.
En la misma línea, si viajas a Vietnam, disfruta de los lagos, de los templos y de sus puentes. Disfruta también de sus espectáculos de marionetas, para las que tendrás que procurar no quedarte sin entrada. Sube a las terrazas de las últimas plantas de los edificios más altos y descubre la ciudad rendida ante ti.
Finalmente, camina hasta la Pagoda de un solo pilar y espía a los fieles mientras llevan a cabo sus oraciones. Visita el mausoleo de Ho Chi Minh y descubre el encantador templo de la Literatura y su historia. Disfruta del bullicio y de la paz de la ciudad. De sus verdes y sus grises. Y aprende a amarla como es, aunque posiblemente sea algo inevitable.