El Gobierno ruso ha anulado el certificado de explotación de Transaero a las 00.01 horas de este lunes, ante la situación de impago de la aerolínea, cuyo último vuelo llevado a cabo fue entre Moscú y Hong Kong.
La medida fue anunciada el pasado 21 de octubre coincidiendo con la aparición de informaciones acerca de que la aerolínea S7 había comprado el 51% de las acciones de su competidora.
Transaero registró una deuda de 250.000 millones de rublos (4.000 millones de dólares) y, desde el 1 de octubre, empezó a suspender vuelos y vender billetes, además de ser eliminada de los sistemas de reservas globales.
Aeroflot ha transportado a casi el 95% de los pasajeros de los billetes vendidos por Transaero con fecha hasta el 15 de diciembre de este año.
INTENTO FALLIDO DE REFLOTAR LA AEROLÍNEA.
Aeroflot, empresa a la que se ofreció la absorción del 75% del capital Transaero por la cantidad simbólica de un rublo (0,01 euros), rechazó la propuesta del Gobierno del pasado 2 de octubre, por desacuerdos en los términos de la reestructuración.
La mayor aerolínea rusa –con el 51% del capital bajo el control del Estado– sí asumía en cambio la gestión de operaciones de la desaparecida competidora rusa.
Otras aerolíneas del país, como S7 Airlines, UTair, Taimyr Company y Ural Airlines, también se ofrecieron a asumir los pasajeros afectados por el cese de operaciones.
Transaero, entre las 35 mayores compañías europeas, se gestó en 1990 en San Petersburgo, con vuelos chárter y flota alquilada de Aeroflot. En 2015, la compañía esperaba ampliar su flota. Desde 2014, el Gobierno ruso la apoyó con préstamos y a cierre de 2014, su deuda ascendía a 106.000 millones de rublos (1.430 millones de euros).